100º Día | Ser el Testimonio

100º Día | Ser el Testimonio

19 de mayo | Miércoles | Juan 19.4-6

“…Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él. Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre! Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él…”

¿Qué debes hacer antes de escuchar el audio?

Hola a todos los internautas. Es un placer estar juntos aquí.

Hoy es el último de los 100 días, pero voy a continuar dos días a la semana las meditaciones, que serán ahora los lunes y los viernes. Y el miércoles estaré leyendo el libro «La Voz de la Fe».
Tú eres mi invitada para participar en la lectura de este libro del Obispo Macedo, el cual me bendijo y que me hizo pasaros esa fe inteligente. Fue a través de este libro que mi mente se abrió de manera gloriosa, y estoy segura que contigo va a ser igual. Pero tendrás que tener mucha paciencia con tu alma… has actuado tantos años a tu manera, y ahora, estás aprendiendo a usar la fe inteligente, y tendrás el trabajo de corregirte y aprender, pero no te sientas humillada con eso, al contrario, debes sentirte honrada y amada, porque Dios invierte en nosotros.

Acompaña conmigo el libro de Juan, capítulo 19, versículo 4:

…Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él. Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre! Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él…”

Para que entiendas, los que más persiguen al Señor Jesús, son los religiosos. ¡Fue lo que pasó! Los religiosos clamaban para crucificar a Jesús. ¿Y no es así? hasta hoy, los religiosos claman para crucificar al Hijo de Dios… el Hombre de Dios. ¿Por qué?

¡Porque se sienten amenazados con la Verdad que el Hombre, el Hijo de Dios, vive!

Muchas personas nos están oyendo y están más atentos a los errores ajenos, que a sí mismos. Cuando la persona es de Dios, presta atención a sí misma, invierte en sí misma, educa, disciplina, se corrige a sí misma, y ​​aprende.
Además de eso, lo que sucede en su interior es traído a la existencia, a través de su propia vida. Así, cuando habla acerca de la Palabra de Dios, habla con autonomía, con credibilidad, con fuerza, con espíritu, porque ella vive eso.

Los religiosos imponen una religión, un ritual, y no una práctica de esa verdad.

Y tu, que te comprometiste a hacer estos 100 días, llega la hora de tomar tu decisión: O… seguir adelante, separando un día, un momento, entre tú y Dios, o vas a tomar todo lo que recibiste, vas a estar feliz, pero, eventualmente, porque dejarás de invertir en ti misma. Y, de nuevo, volverás a cero de tu fe, en lugar de desarrollar, vas a dar pasos para atrás.

Y esa decisión no es de Dios, no es del diablo, ni del pastor o mía… ¡Quién tiene que decidir eres tú!

Hemos llegado hasta aquí, yo creo que fue porque tu quisiste, pero no me refiero sólo a su continuidad aquí en el Blog, sino en continuar invirtiendo en tus momentos con Dios.

Vamos a continuar con la meditación, los lunes y viernes, pero mi preocupación es esta: ¿en estos 100 días, entendiste la importancia de invertir en tu alma?… ¿corrigiéndote y separando un momento de calidad para el Señor Jesús?.

Tus actitudes van a probar esto, después de estos 100 días, sin depender de nadie.

En el Blog, ahora, continuaremos dos días a la semana, y un día leyendo el libro del Obispo Macedo, juntas. Porque quiero que te pruebes a ti misma que tienes un compromiso con Dios, y no conmigo.

Hemos llegado al final, y quiero dejaros un fuerte abrazo y también pedir a nuestros internautas que dejen registrada aquí sus experiencias: ¿alcanzaste…»Ser el testimonio»? ¿has aprendido a valorar este testimonio? ¿sucedió contigo?
Cuéntanoslo aquí, habla de ti, de tu testimonio y de lo que te sucedió. ¡No tengas vergüenza!

Si tienes vergüenza, es porque te falta entregar… Si tenemos vergüenza de hablar del poder de Dios en nuestra vida, es porque hay algo aún que entregar, que tienes que descubrir.

Amiga internauta, os dejo la oportunidad de participar y me quedo por aquí, a la expectativa de saber los resultados en tu vida y lo que tienes que decir.

¡Un fuerte abrazo a todos!

Y para ti, que vas a continuar, estaremos de regreso el lunes, haciendo nuestra meditación del libro de Juan.
Estamos llegando al final del mismo y quiero aprovechar hasta el final contigo, participando aquí.

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