De Hijos para Padres: ¡Edúquese!

Viviane Freitas

  • 20
  • Abr
  • 2015

De Hijos para Padres : ¡Edúquese!

  • 20
  • Abr
  • 2015

Este mes, al pasar por una experiencia personal, conseguí entender profundamente cómo cambiar algo que puede formar parte de nosotros desde hace mucho tiempo…

Y abajo me refiero a ejemplos de personas que, inclusive, pueden ya conocer a Dios e incluso ser bautizadas con el Espíritu Santo.

Nunca nos debemos olvidar que el trabajo de moldear, renovación y restauración, en nosotras, debe ser continuo… es de esta forma que Dios nos perfecciona en su presencia.

– ¿Cómo transformar a una persona habitualmente habladora en alguien que pondera y mide sus palabras?

– ¿De qué forma alguien que no tuvo una infancia en familia, con padres presentes, puede convertirse en un adulto responsable y maduro?
– ¿Cómo es que una persona que no tuvo oportunidad de prolongar sus estudios, se transforme en alguien interesante e influyente?

Sí, EDUCANDOLO.

E inmediatamente viene a nuestra memoria la forma de como un niño es acompañado; como nosotros mismos recibimos instrucción a lo largo del tiempo: Difícilmente aceptábamos cuando nos decían no hacer algo, simplemente por eso… no comprendíamos. Pero cuando tenían paciencia y nos explicaban el motivo; cuando invertían en nosotros enseñándonos el camino o la forma correcta de actuar, era diferente.

Conseguíamos más fácilmente discernir lo correcto de lo errado y tomar nuestras decisiones de una forma correcta.

Y aún de adultos, no es diferente. Algunas veces mirándome y pensando en aquello que tendría que cambiar,me preguntaba: «¿Cómo?”; “Si hago de esta forma parecerá forzado… ¡No seré yo!”

Y en verdad yo no debo cambiar sólo porque me lo dijeron o «porque sí»… Pero porque reconozco la necesidad de someterme a una “educación” que me transformará en una persona mejor, más cualificada, mejor esposa, madre, amiga, mujer de Dios.

«Da instrucción al sabio, y él se hará más sabio aún; enseña al justo, y él crecerá en prudencia.” (Pv.9:9)

A partir del momento que yo comprendo que el motivo de mis cambios tiene una razón mucho más profunda y voy a hacerlo por mí, porque me valoro, porque preciso!

De esta forma, no me limitaré en ningún aspecto:

– Reconozco mis fallos de personalidad y me educo en la forma de ser y de actuar;

– No me limito a lo que ya sé o aprendí, sino que renuevo cada día mis conocimientos.

«Y no os conforméis con este siglo, pero transformaos por la renovación de vuestra mente, para que experimentéis cual sea la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.» (Rm12:2)

Puedo dar el ejemplo de tantos siervos de Dios que no vinieron de familias unidas y funcionales; de otros tantos que se envolvieron en bandas , tuvieron una infancia y adolescencia destruidas… Aun así, porque hubo una sumisión voluntaria a la enseñanza y la práctica constante de esa “educación” de parte de Dios, se convirtieron en buenos transmisores no sólo de la Palabra, sino de la salvación.

Transmitiendo Vida, con la propia vida.»Edúquese» hoy, “eduque» a su hijo, hija, de acuerdo con lo que es recto. Nunca desprecie la enseñanza o la corrección sea a la edad que sea , pues cuando paramos de aprender, paramos de “crecer».

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

1 comentário

  1. Gracias sra. Vi Vi me hizo recordar cuando di mis primeros pasos .
    Porque es ahí donde recibí la re educación espiritual.

    Ver más