De Hijos a Padres : El plan

¿Sabes cuando haces planes para empezar una nueva carrera, comprar un coche, hacer un viaje, casarte, llevar a tu hijo a la facultad?

Pues si… Es diablo también hace planes para trabarnos, hacernos parar, desistir de nosotros mismos, de nuestros sueños y de los demás.

“El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10)

Problemas, dificultades y luchas todos tenemos… y tendremos. A partir del momento en que entramos en este mundo, nos quedamos sujetos a toda clase de situaciones, ¡así como cuando la lluvia cae, cae para todos! La diferencia no está ahí, sino en aquello que nutrimos en nuestro interior y, consecuentemente, en nuestras reacciones.

¿Dónde están fundamentados nuestros objetivos, sueños y metas?

Hay personas que conquistaron por su esfuerzo y empeño un alto lugar en la sociedad, una empresa de renombre, un patrocinio inmensurable o la compra de la casa propia y la manutención del empleo desde hace años…. Independientemente de los objetivos que cada uno tienen y de las metas ya alcanzadas, hay cosas que por la fuerza de nuestro brazo, por si sola, no lo alcanzas, que la buena voluntad no adquiere y que el dinero no lo compra: La paz y la protección. Debes estar de acuerdo conmigo en que por más que un rico sea rico, no compra la salud en los últimos instantes de la vida, y aunque un padre o una madre amen y protejan constantemente a sus hijos, aún así no tienen el poder de evitar accidentes y tragedias

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan15:5)

No podemos controlar y dominar todo, todo el tiempo. Y este es uno de los mayores engaños en que podemos correr en lo alto de nuestra “libertad” e “independencia”. Porque Dios no nos impone Su presencia – lo contrario del diablo – muchas veces nos creemos que tenemos el derecho de pensar que “todo podemos”, hasta al momento en que nuestra vida sufre un revés, e incluso el mayor incrédulo o el supuesto “ateo” apela al Dios invisible, que nunca se ocupó de buscar.

Padres y amigos internautas, verdad solo hay una: Tenemos una enorme capacidad de acción otorgada por Dios, pero no podemos todas la s cosas! Si nuestros planes y sueños no estuvieran sometidos a Dios, contando diariamente con Su fuerza y protección, estaremos a merced de las fuerzas negativas y destructoras que dominan el mundo. ¿Qué seguridad tienes para dar a tus hijos, si tu misma no puedes garantizar el próximo segundo de tu vida?

¡Invierte en aquello que es eterno, cultiva tu alma y no dejes de buscar en Dios por ti y por los tuyos, porque Él es el Único con poder para alcanzar donde nuestra mano no llega y nuestros ojos no ven!