De Hijos a Padres : El “Elías” de nuestra casa

Esta semana, escuchando un testimonio, me di cuenta de la importancia de que cada uno de nosotros asumamos la postura de líder del lugar en el que estamos, sea en nuestra casa, trabajo e incluso nuestra existencia.

Pero no me refiero sólo al papel de líder como jefe, exigiendo y demandando… porque hay muchos que saben “dominar” entre 4 paredes, sin que hayan aprendido verdaderamente a liderar y a cumplir su propósito en el medio en el que están insertados.

Me refiero al liderazgo espiritual, sabiendo cuál es el fundamental propósito para el que Dios nos instruyó, fruto de nuestra propia entrega, libertad y salvación.

Muchas veces pasamos por la vida sin darnos cuenta de la importancia del papel que nos compete. Miramos detrásnuestra y decimos: “Escuchan lo mismo que yo y, así, toman su decisión” o “Yo también vine a la Iglesia y sacrifiqué. Que ellos aprendan a hacer lo mismo.” Y nos convertimos en “islas”, aisladas en la “fe”, “madres”esteriles que se niegan a transmitir la mayor herencia que alguien podría conquistar: la Verdad libertadora, a través de la Palabra de Dios.

Ya pensé así… era egoista para transmitir lo que tenía, pensando que quien estaba a mis espaldas tenía la capacidad de tomar sus propias decisiones. De hecho, primeramente, tuve que “liberarme” de esa ceguera, para poder guiar a otros.

Cuando aprendí a asumir mi postura, me di cuenta que Dios contaba conmigo, no sólo para guiar mi casa a la salvación, sino también a todos cuantos me rodean y pasan por mi vida.

¿Por qué crees que tú, tal vez, eres el único miembro de toda tu familia que aprendió el uso de la fe inteligente? ¿Por cuál motivo en tu trabajo, las personas dicen que “tienes algo diferente”?”… Hay una sed de transformación en cada persona, como había en nosotros mismos, pero el “Elías” tiene que asumir esta postura, encarar los miedos y hacer descender el fuego! No hay otra forma para que el poder de Dios se manifieste, a no ser por intercesión del sacrificio completo: espiritual, físico y material.

Observa de qué forma la transformación ocurre, y el “secreto” para “liderar” sabiamente tu casa. Espero que os bendiga tanto como a mí…

“Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” (1 Timoteo 5.8)