Cuarentena – Dia 37

Viviane Freitas

  • 6
  • Mar
  • 2013

Cuarentena – Dia 37

  • 6
  • Mar
  • 2013

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.” ( Lc. 4:1,2 )

Habiéndose el Señor Jesús bautizado en las aguas, ahora, lleno del Espíritu Santo, estaba siendo guiado por el mismo Espíritu al desierto.

No fueron errores lo que le llevó al desierto… Normalmente, eso es lo que sucede con nosotros, pero no fue este el caso.

Entonces ¿por qué?

El desierto a mi me suena a “nada ”…

Imagina ser tentado en un lugar donde no existe nada para distraerte. ¿Has pensado en esto?

No es fácil, porque la tentación es muy fuerte.

Alguien que está sólo… ante una situación drástica, viviendo con un problema de día y de noche, donde sus necesidades y su pasado “gritan” constantemente… Sin duda, en estos casos, no sólo el diablo, sino también la propia voluntad queda a la merced de este desierto.

Para el Señor Jesús, fueron cuarenta días de tentación por el diablo.

“Nada comió aquellos días, al fin de los cuales tuvo hambre.”

Aquí nos muestra que el Señor Jesús era humano; no era un ángel… Tenía necesidades y fue tentado.

Como seres humanos, todos somos tentados y tenemos necesidades, igual que tuvo el Señor Jesús. No era por haber sido generado por Dios en el vientre de María, bautizado en las aguas o en el Espíritu Santo, que no sería tentado.

Observa bien: Todos nosotros somos tentados. Incluso aquellos que son generados por el Espíritu Santo, son tentados y probados en estos desiertos.

En este momento difícil que vives en contra de tu propio yo, en que la voz del diablo está tentándote constantemente… Es aquí que se revelará si eres verdadero o falso discípulo.

Son los desiertos de la vida que separan quién es quién…

“Dijo, entonces, Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, sois verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os librará.” ( Juan 8:31,32)

Yo seré tentada… pero ¿qué voz decido oír?

Yo decido cual es el verdadero Dios a quién yo oigo…

Sólo a partir de aquí se inicia un ministerio, porque hasta este momento, nada existe, a no ser el conocimiento de la Palabra; ¡sin sangre; sin vida!

¡Y esto es lo que significa ofrenda viva!

Observa que el Señor Jesús fue bautizado en las aguas, en el Espíritu Santo, e inmediatamente llevado al desierto, no sólo para probar al diablo y a Sí mismo su creencia, sino también para traer a la existencia el Ser de Dios… la ofrenda viva.

A partir de aquí, no hablaría sólo de lo que tenía conocimiento, porque también pasó por situaciones difíciles, y esto permitiría que Su propia vida hablara.

Existirán siempre determinadas situaciones que nos permitirán tener necesidades, como el Señor Jesús, que al final de cuarenta días, tuvo hambre. Habrá tiempos en que estaremos ausentes de algo; en que sentiremos necesidades…


La tentación en el “ser” es silenciosa, pero cuando se exterioriza, es una elevada amenaza para nuestra fe.
Porque el diablo ahora ya no “susurra”; ya no intenta sólo en el “ser”, ¡sino que habla! Y cuando oímos, podemos fácilmente ser inducidos por esa “voz”.


“Le dijo, entonces, el diablo: Si eres hijo de Dios, manda que esta piedra se transforme en pan.” (Lc.4:3)

El diablo siempre sugiere algo que nos hace escapar del sacrificio. Él intenta con una opción que, aparentemente, no es mala…

¡¿Qué problema había en que Jesús transformarse la piedra en pan?!

¡El problema es que dejaría de ser la ofrenda viva, porque oiría y aceptaría la sugerencia del diablo!

Cuando oyes la voz del diablo y aceptas su sugerencia, lo consideras como tu señor. ¡Él es quien te está mandando!

No es tu fe, razón, ni siquiera la Palabra de Dios, es la sugerencia de él.


“Pero Jesús le respondió: Está escrito: No sólo de pan vivirá el hombre.”
(Lc.4:4)

La tentación que el diablo sugiere, la cual, aparentemente, te permite escapar de tu necesidad, no te traerá vida.

Hasta entonces ¿no vives sin la misma? Y ¡¿no has sobrevivido?!

Necesidades siempre vamos a tener, pero eso no significa que tenemos que ceder a la tentación para saciarnos. ¡En la hora cierta, el resultado de la misma va a llegar! Y, después de esto, sin duda, ¡seremos más fuertes!

Ni siquiera Dios comenzó Su ministerio sin la experiencia del dolor y de la tentación.

No es suficiente el deseo de servir… No sin antes sacrificar o afrontar la propia vida.

Sólo después de la tentación se inicia un Ministerio. El cristiano no puede ser fuerte sólo por creer, es fuerte cuando la propia vida es probada por su creencia.

Hablar es muy fácil, pero “ser”, es totalmente diferente: Exige sacrificio, dolor, renuncia… ¡Ejemplo!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

2 comentários

  1. Muy fulerte

    Ver más
  2. i’m in! i started the spending fast on january 1st, but am just now getting around to letting the whole world and all of the blogosphere know. 6 days doon;#8230&wnly 359 to go. waaaaaaaaaaaa!

    Ver más