Cuarentena – Dia 34

» Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos se preguntaban en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo, Juan respondió, diciendo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y fuego. El bieldo está en su mano para limpiar completamente su era y recoger el trigo en su granero; pero quemará la paja en fuego inextinguible.» (Lc.3 :15-17)

Las personas estaban impresionadas, porque las palabras proferidas por Juan, se salían de la normalidad; separaban lo “correcto” y lo “equivocado” ; disipaban las dudas y traían una salida…

¡Tenían Espíritu!

Por eso pensaban en su interior que Juan era el propio Cristo.t

Y ¿por qué?

Muchas personas han sido ayudadas, y naturalmente hay un “siervo” que ha pasado ese Espíritu. Cuando acepta, la persona ve a Dios en las palabras de aquel siervo, y empieza a «idolatrarlo» como el único capaz de darle respuestas y dirección …

Pero observa la reacción de Juan.

» Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias;…»

Juan no leía los pensamientos ni veía dentro de las personas, pero tenía el Espíritu Santo, que lo conducía a toda verdad.

Es este Espíritu el que da la dirección al siervo de Dios.

Hay muchas personas que nos acompañan, y que se ven inferiores, pensando que Dios jamás contará con ellas porque hay alguien que las ayuda y la muestra la dirección…

¡Pero esto no viene del siervo, sino del propio Dios!
Por eso Juan no se consideraba digno y exaltó al Señor Jesús. ¡Porque él reconocía que necesitaba que necesitaba de Él!

Quien tiene poder para sustentar a la persona y suplir sus necesidades es el Espíritu Santo.
Entonces, no debes apoyarte en el “Siervo” de Dios para conducir tu vida; tienes que andar con tus propias “piernas”.

Obviamente los siervos de Dios son usados para transmitirte la Palabra, pero eso no significa que vas a depender de ellos.

Así como el Espíritu Santo guió y orientó a Juan mostrándole lo que estaba en el interior de cada uno, el mismo Espíritu podrá mostrarte lo que hay en tu interior y está detrás de tus “guerras “ Él es quien va a suplir y orientar.

Si eres bautizada con el Espíritu Santo, pero no usas lo que Él te concedió, ¿cómo harás en la hora de la prueba? ¡¿Vas a retroceder y negar tu fe?!

¡Por eso debes depender solamente de Dios!, cuando estés pasando por situaciones difíciles en tu vida, desahógate y cuenta con Él…

¡Y el Espíritu Santo te guiará!

“El bieldo está en su mano para limpiar completamente su era y recoger el trigo en su granero;…»

¡Tú que te has apoyado en un siervo te olvidas de que Quien tiene el bieldo en la mano para limpiar es Dios!.

Es Él quien va a recoger el trigo.

Y si existe trigo también existe cizaña; y habiendo cizaña, hay paja… Él va a limpiar y apenas recogerá el trigo. ¡a aquellos que se hicieron útiles!

Si eres cizaña, para “nacer de nuevo“ ¡debes “morir”, como una semilla, para que puedas dar frutos!

Si eres “trigo”, ¡debes preservarte porque Dios está limpiando la Iglesia!

Los problemas y las pruebas, te hacen tomar actitudes basadas en la creencia y la Palabra que guardas.

Observa bien tu situación : Aprende a depender únicamente de Dios, porque es Él quien limpia. El siervo es usado, pero debe contar con el Espíritu Santo, aprovechando la oportunidad, porque Él no es dado por medida, sino que ha sido concedido a todos por igual.

“…pero quemará la paja en fuego inextinguible.»

Lo que no sirve, Dios lo quemará…

Presta atención a tus actitudes: ¿Cuentas con Dios o con terceros?

Quien se entrega e invierte en su relación con Dios, a estos , Dios los limpia, les enseña, y Su Espíritu los guía.