Cuarentena – Dia 28

Viviane Freitas

  • 20
  • Feb
  • 2013

Cuarentena – Dia 28

  • 20
  • Feb
  • 2013

“ Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su matrimonio, y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones. Y llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.” ( Lc.2:36-38 )

Algo que me llama la atención, es que había vivido siete años con su marido, pero ahora, viuda, permanecía en el Templo…

No es sólo “ayunar y orar” permanentemente, sino el hecho de haber perdido el marido, y , ¡de ninguna manera se desanimó!

En lugar de “debilitarse”; buscar apoyo inmediato en los familiares, etc., ella se rindió a Dios…

Creo que, para que alguien adore de noche y de día, es porque existe una gratitud; ¡una certeza de que aquello que Dios había hecho en su vida, era real!

No se dejó llevar por las dudas, o se lamentó por las pérdidas, ¡sino que vivió el resto de sus días, después de la muerte del marido, dándose para Dios!

En virtud de nuestras defensas naturales, actuamos, muchas veces, de una forma reprobable, egoísta y orgullosa… Pero ¡esta mujer no! Con certeza también ella enfrentó dificultades, pero venció, haciendo del “limón una limonada”.

Existen muchas personas que, en la pérdida, se desaniman, se quedan débiles, se rinden y juzgan a Dios… Desde el día que perdieron “el marido”, hasta el día de hoy, “viven” esa “muerte”, con tristeza y desánimo, sin hacer nada más.

¡Pero Ana, no! Ella destacó por su actitud.

“Y, llegando en aquella hora, daba gracias a Dios y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.”

Todas las personas que aprenden en la pérdida a entregar su egoísmo a Dios, siendo flexibles a su acción, tarde o temprano estas verán a Dios en sus vidas.

Él no les será indiferente.

Por eso, no podemos rendirnos en las pérdidas; desmayar o perder la fe… ¡Tenemos que ser mejores!

El dolor, o nos conduce a lo mejor – vivir por la fe – o a lo peor – entregarse a los sentimientos.

En la pérdida, debemos pensar: “¡Yo voy adelante! Esto no va a ser impedimento, ni disminuirá mi fe o mi fuerza. El Dios al que yo sirvo, es independiente de mi marido o de las cosas que yo tengo.”

Yo comencé a servir a Dios cuando tuve un encuentro con Él, y, por eso, no pueden existir pérdidas o preocupaciones que me dominen, sino que existe una certeza de que Dios está sobre mi vida.

¡A pesar de ser muy difícil saber llevar la muerte o la pérdida, no debemos, jamás, permitirnos dominarnos por la misma!

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5 comentários

  1. Thank you Mrs Viviane,we can not allow anything to discourage us. What caught my attention was that I cannot allow a loss to diminish my faith but it should actually make me better.

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  2. Nunca debemos rendirnos en las pérdidas; tenemos que dejar que nuestro espíritu nos lleve hacia adelante aceptando la voluntad de Dios o sino… nos quedaremos paradas dejando que las emociones controlen nuestra vida.

    Aura Sandra
    Atocha
    Madrid

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  3. Oh Dna Vivi,
    que decir, solo darle las gracias por estas palabras.

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  4. son tan ciertas estas palabras,cuando anteponemos cualquier otra cosa antes que Dios nada tiene salida el dolor parece que nunca va a para y que cada ves cera mayor,cuando uno esta entregado a Dios uno sabe que nada es fácil pero si que todo es posible,en la certeza de esa comunión con el puede hacer lograr que en el momento de mas angustia podamos mirar al cielo y decirle SEÑOR YO TE AMO el lograr ese gran paso nos demuestra que no habrá muerte ni nada que nos aparte de nuestro Dios.

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  5. Hola Sra. Viviane,
    ahora estoy en uno de esos momentos de pérdida de algo por lo que luché mucho tiempo. Y estoy en uno de esos momentos entre la fé que me dice que vuelva a sembrar que esta vez recogeré y el desánimo.
    Esta palabra es Dios mismo hablando conmigo.

    Un saludo

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