Cuarentena – Dia 24

“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. ( Lc. 2:15-20 )

Observa que los ángeles ya se habían ausentando, cuando los pastores decidieron ir hasta Belén, para confirmar los hechos.

Cuando nos es revelado algo, inmediatamente existe la necesidad de comprobar lo que nos fue transmitido. Queremos ver con nuestros propios ojos, la veracidad de aquello que oímos.

Y esto es algo racional, no apenas recibimos la palabra, sino que también la confirmamos mediante nuestra vida, la concretización de los hechos y acontecimientos.

¡La fe racional exige resultados!

No basta apenas saber qué hacer, sino actuar de acuerdo con lo que fue revelado; buscar… disponerse a vivir conforme a lo que Dios ya habló directamente con nosotras.

“Fueron apresuradamente y hallaron…”

¡No fue fácil! Ellos tuvieron que buscar, pero hallaron lo que les había sido dicho.

Cuando Dios , en su Palabra, nos enseña, nosotros lo aceptamos, tomamos la actitud de enfrentar inmediatamente, el problema. Por ejemplo: Si nos sentimos inferiores, somos tímidas, etc. Al colocarnos en una posición en que esos sentimientos, posiblemente vendrían, podemos percibir la revelación de Dios, en el sentido del ultrapasar.

Sin embargo la persona que se resigna a su forma de ser; que no desea abandonar su “área de comodidad”, vive con una fe emotiva, que no le traerá ningún tipo de resultados.

Debes salir de tu estado de acomodación, y desafiarte, buscando y encontrando lo que Dios te ha revelado.

“Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.”

¿Qué significa “ver” con nuestros propios ojos?

Que yo encaro mi situación, así como estoy dispuesta a “encarar” la bendición.

No tenemos miedo de tomar actitudes, de acuerdo a las revelaciones que hemos tenido.

Los pastores podrían divulgar las noticias, antes de llegar a ver, pero hicieron lo contrario…Prefirieron obedecer, obteniendo pruebas reales, resultantes de la creencia y práctica de la revelación de Dios.

“Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.”

No se extrañe con lo que te voy a decir…

¡¿Te gusta la verdad, o no te gusta?!

Hay muchas personas que incluso “admiran” la Cuarentena, pero no se “apresuran” para encarar el problema y observar su actitud, permanecen apenas como oyentes…

No sirve solamente “admirar” las palabras, si no permites que Dios te muestre, a través de la meditación y de la practica constante de estas revelaciones, la solución para tu problema.

“Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.”

Los pastores tenían ahora un motivo para alabar y glorificar a Dios, porque comprobaron lo que oyeron, VIENDO, y confirmando, de esta forma, lo que les fue anunciado.

Pero ¿ver el qué? Te preguntarás…

Nosotros queremos que veas con tus propios ojos, lo que no veías, en relación a tu interior…Dios quiere una oportunidad para hablar contigo.

Pero ¿cómo?

Vigilando, como hicieron aquellos pastores…

Si no vigilas, no estarás sensible a la voz de Dios, y tampoco Él hablará contigo en medio a tus quehaceres, ansiedades o preocupaciones.

Pero a partir del momento en que estás vigilando, atenta a cualquier reacción que tengas, de forma que inviertas en tu vida espiritual, en tu salvación, ¿piensa que Dios se quedará indiferente contigo?

¡¡¡¡Jamás!!!!

¿Por qué en aquella región, Dios escogió a los pastores, que tuvieron que viajar para Belén?

Recuerda, que las personas cercanas, ni siquiera abrían la puerta, porque estaban ocupadas.

Dios quiere hablar contigo …Él desea que lo escuches y veas con tus propios ojos. ¡No que solo admires!

¡Porque quien oye y quien ve, realmente lo glorificará!