Cuarentena – Dia 23

Viviane Freitas

  • 13
  • Feb
  • 2013

Cuarentena – Dia 23

  • 13
  • Feb
  • 2013

“En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace. ( Lc.2:8-14 )

Cuando el texto se refiere que “ en la misma región había”, me doy cuenta de algo: Aunque existan muchas personas en el lugar, Dios escogió a los pastores que vivían en el campo, para dar la noticia.

Y por qué llamaron la atención:

Porque estaban en la “lucha”, atentos, guardando su rebaño durante la noche.

Si ellos tenían ese deseo con los animales, era porque , de hecho los valoraban.

Y cuándo valoro a Dios, mi fe y mi salvación: Cuando estoy “vigilando”, atenta…Cuando existe sacrificio por mi parte en hacer, no referente a lo que yo deseo, sino en aquello que Dios quiere para mi vida.

¿Cómo sabemos si estamos, o no, valorándole?

Cuando oímos un mensaje y pensamos en el mismo, trayéndolo a nuestra vida.

Muchas personas, al oír un mensaje, lo ven como si fuese para la vida de terceros y, con esto, invalidan su propia necesidad de permanecer vigilantes.

Porque están atentas a los demás, y no a su vida propia.

Se creen perfectas, sin errores. Por eso atribuyen las culpas y las necesidades de cambios a los otros.

En la mentalidad de algunas personas, incluso cristianas, no consideran lo que hacen como perjudicial para los otros o para ellas…Pero inconscientemente, ¡no creen en la salvación! Piensan: “Estoy bautizada con el Espíritu Santo, entonces, no tengo problemas. Tengo errores y fallos, pero eso es normal…”

A veces, aunque no conquistas todo lo que te gustaría, pero alcanzas una posición por la cual eres “adorada”, te apoyas en eso… ¡Aún así, no tienes vida! Y la prueba, son tus palabras, tu conducta en relación a la vida espiritual. No te ves con la necesidad de la salvación…

Y si no te cuidas y te valoras, ¡¿qué condiciones tendrás para dar la vida por tus ovejas?!

“Y un ángel del Señor bajó donde ellos estaban, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos…”

Observa bien: Cuando vigilas, el propio siervo de Dios, el ángel, va a tu encuentro. Pero esto ocurre porque tu tienes el deseo de ser mejor, no para los demás, sino para Dios.

Los pastores no tenían a nadie a quien dar explicaciones, pero mostraban un cariño, una atención y cuidado, no impuestos por nadie. ¡Era natural!

Cuando apreciamos a Dios; valoramos nuestra salvación, revelamos este cuidado por las “ovejas” y nos esmeramos por el prójimo, lo que lleva a Dios, naturalmente, a revelarse como un verdadero pastor de nuestras almas.

“No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo.”

Cuando Dios se revela, nos trae temor. No recibimos la noticia con euforia.

El temor es silencioso, ¡nos hace pensar!

Aún estando 100% entregados a lo que se les había confiado, aun así, no se consideraban dignos de tal gran revelación.

“Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios…”

Los ángeles festejaban porque se daban cuenta de la misericordia de Dios y de su Gloria, al “arriesgar” lo mejor que él tiene, para salvar a personas que, eventualmente, incluso lo negarían.

Dios salva apenas a los que creen, pero la oportunidad es dada a todos los que asumieron su fe. Estos conquistarán la salvación.

Por otro lado, los que oyen hablar de Dios, pero no materializan su creencia, para estos, Dios no surgirá como Salvador.

¿Cómo un ángel, sin pecado, glorifica a Dios? Porque ve el peligro que atravesamos en la Tierra, que debemos negarnos a nosotras mismas todos los días, y que nada tenemos para ofrendarle, a no ser errores…

Por eso ellos alaban a Dios: Por su amor infinito, que jamás se encontrará en cualquier otro ser…

Entonces, yo te pregunto: ¿Qué es lo que has hecho para llamar la atención de Dios? ¿Has vigilado?

Porque, si así fuera, es una señal de que has decidido entregar a Él tu mejor, pero, si, por el contrario, no lo haces, es porque no ves una necesidad urgente de buscar y resguardar tu salvación.

Pon tus “barbas en remojo”, ¡porque todas nosotras carecemos de salvación!

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1 comentário

  1. Hola Sra Vivi,
    Es cierto, debemos orar y vigilar constantemente. No dejar que las preocupaciones y ocupaciones nos lo impidan ya que de eso depende nuestra salvación.

    A partir de ahora vigilaré más.

    Un saludo

    Ver más