Cuarentena – Dia 20

Viviane Freitas

  • 8
  • Feb
  • 2013

Cuarentena – Dia 20

  • 8
  • Feb
  • 2013

“Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo; porque irás DELANTE DEL SEÑOR PARA PREPARAR SUS CAMINOS; para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de sus pecados,
por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto, PARA DAR LUZ A LOS QUE HABITAN EN TINIEBLAS Y EN SOMBRA DE MUERTE, para guiar nuestros pies en el camino de paz.Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.” (Lc.1:76-80)

Aquí hay una profecía al respecto de Juan el Bautista, que iría delante del Señor Jesús, preparándole los caminos.

Yo me quedo imaginando, amiga… Tú, que te quedas tan preocupada con tu familia, con alguien que quieres tanto rescatar de la perdición.

Pero, muchas veces, no tienes noción de cómo deben ser preparados los caminos para que el Señor llegue hasta aquella vida.

¿Cómo puede ocurrir eso?

Cuando vas adelante, vas primero, para resolver el problema que esta dentro de ti.

A veces, en la ansiedad de cuidar al hijo, al marido… que no conocen al Señor Jesús, te dejas vencer por la precipitación.

Y mal sabes que para preparar el camino de alguien, también debes estar igualmente preparada.

“…para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación…”

Si tu que me oyes ahora, no tienes conocimiento de tu propia Salvación, ¿cómo transmitirás la misma, a otra persona?

Entonces el secreto está primeramente en ti y en tu preocupación. Y esto no será de un momento a otro. Tienes que perseverar en aquello que has aprendido en estos días…

Estamos apenas en el capítulo 1; en el día 20. Y, a veces en la ansiedad de leer, tal vez como un deber religioso, no te dejas preparar.

O entonces, no es la ansiedad de leer la Biblia… porque ahora has despertado para esto, pero, quien sabe, la ansiedad de cumplir simultáneamente con tantas responsabilidades… Dejas de cuidar tu interior, dejando, de igual manera tu preparación.

Y ¿en qué consiste esta preparación?

“…el perdón de sus pecados…”

El conocimiento de la Salvación es para ser libre de los pecados que has cometido, consciente e inconscientemente.

Las pocas palabras de ángel, hicieron que Zacarías, entendiese mucho más allá… Como en este preciso momento, en que hablamos contigo: A veces no tocamos directamente en aquello que necesitas, pero el Espíritu, en nuestro interior, habla contigo.

¿Por qué?

Porque antes de que llegásemos hasta ti, ocurrió con nosotras, el conocimiento de la Salvación.

Fuimos libres, por la Palabra de Dios.

Y te preguntarás: Pero, ¿cómo, libres? ¡¿Eso no se aplica apenas a las personas que están en los vicios; que manifiestan con demonios?!

Citando un versículo, está escrito:

“…Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”(Juan.8:31,32)

En otras palabras, si permaneces – practicas – lo que te ha sido enseñado, entonces te harás un verdadero discípulo. Aquel que permanece, conoce la Verdad y será libre a través de la misma.

Entonces, entiendes ahora el motivo por el cual hablamos sobre la Salvación. ¡Qué es esta verdad!

Hay personas que pasan por situaciones difíciles en medio a la fe… Son atribuladas en el trabajo y víctimas de pensamientos y sentimientos, dejándose ser vencidas por los mismos. ¿Por qué?

¡Por que no aprendieron la verdad! Quiere decir, que no meditaron en la Palabra de Dios y, de esta forma, no trajeron para su propia vida el conocimiento de la Salvación.

Lo más obvio que aprendiste, ya no practicas: Tal como, guardar rencor… que pides perdón, limpias tu corazón, etc.

Pero, en otras situaciones te dejas vencer, porque justamente no has conocido; no has meditado en la Palabra de Dios. De esta forma, no puedes ser libre de los problemas.

Para que el pecado no te domine, debes conocer la Salvación.

¿Cómo?

Meditando y persiguiendo incesantemente: “Yo tengo que conocer esta Salvación, y esta verdad me liberará.” “ Dios mío, quiero entender: ¿Por qué actúo de esta forma? Quiero saber la verdad sobre mi…”

La persona persigue de día y de noche… Se queda intrigada con sus propias reacciones; con lo que siente. Y no con las personas que hicieron parte de lo que ella sintió. ¡No! Sino solo con ella misma.

¡Así nos valoramos! Dando importancia a resolver el problema desde la raíz y no en preocuparnos con lo que los demás piensan. Porque, en la medida con que nos preocupamos con lo que los otros piensan, desvaloramos nuestro objetivo.

Para que des vida a tu familiar, en tu trabajo, etc. Debes primeramente tratar el problema que esta en tu interior. Debes valorarte, porque es eso lo que Dios hace…

“…gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios, por la cual nos visitará el sol naciente de las alturas…”

Por la misericordia de Dios, Él te visita. Aunque tu pasado sea feo, y haya tantas cosas escondidas a tu respecto, si deseas asumir tu fe, ¡Él te visitará!

Independientemente del pasado horrible que tengas, si estas dispuesta a pagar el precio que sea necesario, rehusando a tus deseos… vendrá la misericordia de Dios hacia ti y verás la luminosidad de las alturas.

Estarás apta para perseguir y vencer pecados, que ni sabías que existían dentro de ti.

“…para alumbrar a los que yacen en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y dirigir nuestros pies por el camino de la paz.”

¡Ahora sí! En el momento en que tengas vida en tu interior; cuando finalmente te hayas valorado, tendrás condiciones de transmitir esa “luz” a tus colegas, familiares y amigos.

¡Tendrás también la dirección cierta y la paz en tus caminos!

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1 comentário

  1. Es verdad, ese valorar tu propio crecimiento, el vencerte a ti misma para estar cada vez más cerca de Dios es la razón de mi vida.

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