Cuarentena – Dia 10

”Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres. Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste.Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.” (Lc 1.28-30)

Imagínate a María un día normal, recibiendo la visita de un ángel… ¡Fue Dios quien se acercó a ella!

Hay personas que “corren” detrás de Dios: “Dame esto, dame aquello…”

Pero el hecho de que María fuese visitada, no fue el resultado de una petición, sino de su propia vida entregada a Dios que fue lo que llamó Su atención.

¿Qué tenía ella?

Recuerda que ella era “virgen” interiormente, pura… es decir, guardaba su fe.

Y esto llama la atención de Dios…

No tu malicia, el condenar o juzgar, sino lo que eres – y haces – es lo que transmite pureza, lo que te permite ver las situaciones con buenos ojos.

“Pero ella se turbó mucho por estas palabras…”

En lugar de asustarse, reclamar o irritarse con la noticia, se paró a oír y pensar… No se veía digna de tamaña honra, como es normal entre los que tienen a Dios como Señor. No se consideraba digna de una condición, de una posición…

“…y se preguntaba qué clase de saludo sería éste.”

María no alimentó la emoción en función de lo que decía el ángel, sino que se preguntó qué atributos tendría para haber sido escogida.

Incluso siendo considerada pura a los ojos de Dios, no se creía la “mejor”…

Por eso ella se turbó.

Imagina que Dios encuentra en ti algo tan bueno…

La actitud de María, su forma racional de actuar, llamó la atención de Dios.

Cuando la persona se resguarda, se separa y mantiene su virginidad espiritual, vive de verdad, por su fe. Es segura y no se deja influir por lo que los otros dicen o piensan…

“No temas, María, porque has hallado gracia…”

María fue una “virgen” racional, por eso fue pura.

Así también tu… serás “virgen” y pura cuando te preguntes lo que no es racional, lo que no está de acuerdo con la Palabra de Dios.

Quien vive por la emoción, no desea una respuesta concreta, sino que se apoya en una ilusión.

Yo no sé cuál es tu pasado, si has vivido de forma emotiva o si te has equivocado mucho…

¡Seguro!

Pero sí sé una cosa: el Dios que conocí, los límites a los que llegué, mis fracasos, cuando me equivoqué… Pero sé igualmente, que lo que Él hizo conmigo, también puede hacerlo contigo.

No importa el “ayer”, sino el “hoy”… conocer la Verdad y ser pura.

Si llevas en la Iglesia varios años, y te has corrompido… has hecho todo mal o has desagradado a Dios de la peor manera, aun así, ¡hay solución!

Cuando hagas uso de la razón, dejarás de ser una persona influenciada por sentimientos, y serás purificada de todo lo que te ha corrompido.

Levanta la cabeza y mira adelante. Nuestro Dios no vive de la gloria del pasado ni de los fracasos de ayer… Él dice: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mt. 11.28)

Es su manera de decir: “Ven aunque sea así, llena de problemas….”

Desafía a Dios, y dudo que Él no resuelva tu problema.

Y todo se hará nuevo…