¿Cuándo es probada nuestra fe?

¿Cuándo realmente se muestra evidente? ¿Sería por el tiempo de iglesia? ¿Sería por el hecho de ser obrera o esposa de pastor? ¿Sería por los consejos que doy? ¿Por qué sería? ¿O sería por lo que ya pasé?

Nuestra fe es probada en las dificultades. Cuando las cosas que nos pasan nos contrarían. Es ahí cuando seré probado. Pero también es a través de esta prueba que seré aprobado o no.

Así como sucede en la escuela o en la universidad, todo nuestro conocimiento será probado. Sí, en la vida es igual.

La Biblia dice:

“Porque por ella recibieron aprobación los antiguos”. Hebreos 11:2

En mi vida vi claramente que las pruebas revelaron lo que había en mi corazón. No fue por mis conocimientos. No fue por el tiempo de obra que tenía. No fue por haber nacido en un hogar cristiano ni por el hecho de estar en la iglesia desde pequeña.

La prueba me hizo tomar la decisión de si quería servir a Dios o servirme a mí misma.

Y, después de pasar la difícil fase de la prueba, donde tenía que decidir entre mi voluntad o la de Dios, siempre elegí la de Dios. Tuve paz y, lo más importante de todo, una experiencia con Él.

Conocí a Dios en los momentos más duros de mi vida. Aprendí a tener una visión fuera de lo común. Él me dio vida por esas experiencias que viví y me enseñó muchas cosas. Pasaron días, años, pero lo que aprendí con Él fue Vida Eterna.

Cuando hablamos de Vida Eterna, no nos referimos a resolver algo pasajero en esta vida, sino de blindar nuestra vida para la Eternidad. Un aprendizaje que nos sustentará en los momentos donde somos tentados a hacer nuestra propia voluntad.

Así nos pasará a todos, SI perseveramos hasta el fin, cumpliendo la voluntad de Dios.

Los antiguos adquirieron testimonio porque la fe les enseñó algo para la Vida Eterna.

Alcanzaré testimonio SI continúo hasta el fin.