Bendiciones Hereditarias

Vivo en Israel hace 14 años, y veo que el pueblo, hasta hoy, vive de las promesas de sus antepasados, ellos recogen los frutos de las actitudes de Fe de Abraham, Isaac y Jacob; debido a las mismas, existe una tierra prometida; ¡son un pueblo escogido, una nación fuerte y protegida!

Nadie entiende cómo un país tan pequeño y rodeado de enemigos, consigue resistir y prevalecer, pero pocos saben que por detrás de Israel, existe la fuerza de una Promesa, ¡una bendición hereditaria y eso garantiza todo!

Para ahora e imagina: ¿Qué es lo que los hombres de Fe hicieron para llamar la atención de Dios? ¿Cuál fue el tipo de sacrificio capaz de garantizar una protección tan grande?

Querida mamá, si queremos bendecir a nuestros hijos, o incluso a nuestra futura generación, tenemos que ser el propio sacrificio, igual que los ejemplos que mencionamos arriba.

Nuestros votos con Dios, la sangre de nuestros sacrificios en el Altar, claman por nosotros; un día podemos hasta olvidarnos o ni estaremos aquí, pero Dios es Fiel, ¡Él no cambia y siempre cumple lo que dice!

Bendice a tus hijos con palabras positivas, impón tus manos sobre ellos y bendícelos; sacrifica, esfuérzate, cambia si es necesario, hazlo por ellos, enseñándoles a tomar actitudes, no por el corazón, sino por la fe, porque es la misma la que garantiza la bendición hereditaria.

Haz tu parte; ¡Planta! y el Espíritu Santo, a su tiempo, hará florecer.

Aprovecha y participa en la reunión Madres e Hijos, será la 2ª «Reunión de Madres e Hijos»

¡Nos vemos allí!