Ayuno – Día 19

Viviane Freitas

  • 11
  • Abr
  • 2013

Ayuno – Día 19

  • 11
  • Abr
  • 2013

Espíritu Santo – Transparencia

“ Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: «Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicáis la iniquidad.” (Mt.7:19-23)

Muchas personas no se dan a conocer y, siendo así, también oirán del Señor Jesús: “Nunca os conocí.”

Supuestamente, quien dice: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”, ¿no son personas bautizadas con el Espíritu Santo?

¡Si!

Está en la Obra, expulsa demonios, habla de Jesús, evangeliza, pero no se da a conocer a Jesús.

¿Cómo se da a conocer una persona?

Por ejemplo: Tú que eres adolescente, tienes sueños, deseos, voluntades, que no comparte con nadie. Ni a tus padres, porque temes ser reprendida. ¿Qué haces, entonces? Te escondes, no dices nada sobre lo que estás alimentando.

Y es exactamente así: Hay madres que piensan conocer los hijos, porque ellas se dan a conocer, pero no sucede lo mismo con ellos. ¡Por causa del miedo!

Y hay personas en la Iglesia que expulsan demonios y hablan de Jesús; evangelizan, pero no se dan a conocer a Dios.

¿Y, cómo puedo hacerlo?

Cuando hablo sobre lo que está dentro de mi. Como la adolescente. Si ella hablase sobre lo que está dentro de ella, a su madre, la conocería.

Ya llegué a decir a personas cerca de mi: “¡No te conozco!” Aparentemente es una persona amiga, que ayuda, compañera, pero no se revela. Tiene sus dudas y sentimientos presos. Y esto es no darse a conocer.

Muchas personas se ausentan de su identidad delante de las demás. Si no muestras quien eres, ¿cómo te darás a conocer a Dios, que no ves?

Si hay una transparencia con Dios, esa misma transparencia será revelada a los demás. No hay recelo, ni miedo.

Estamos en el 19º Día del Ayuno, y ya hay muchas personas desesperadas porque su expectativa aún no fue correspondida. Y ¿porqué? Porque tienen sus dudas, sus recelos, e incluso, miedo, de exponer para Dios lo que está guardando.

Normalmente, la mujer habla superficialmente, porque, en su interior, hablando de ella, agrede a su orgullo.

Hay personas que son agradables; que quieren hacer todo por mi, pero que no se dan a conocer. Entonces, si me preguntan sobre ellas, diré: “¡No la conozco!” Exactamente lo que el Señor Jesús dirá a las personas que, a Él, no se dan a conocer.

No son abiertas; su oración es sistemática, ni siquiera piensan en lo que hablan, o no hablan sobre lo que están viviendo. No Le exponen su identidad: “Yo me siento así; tengo ganas de esto o de aquello, y sé que esto no Te agrada…”.

Si no se revela a Dios, ¿cómo se te revelará Dios?

El día del Juicio, como está descrito en los versículos de encima, Dios dirá: “…apartaos de mi, los que practicáis la iniquidad…”. Normalmente, quien no se da a conocer, es porque esconde la iniquidad. Por eso tiene tanto recelo en ser transparente. ¡Y se esconde!

Para tu beneficio, sin mirar a otra persona, valorando tu propia salvación, ¡sé transparente para Dios!

Si has hecho tu oración de forma religiosa, según con lo que has aprendido en la Iglesia, sino que escondes lo que está dentro de ti, entonces ¡no te das a conocer!

¿Cuándo – y cómo – el Espíritu Santo va a hablar? ¿Cuándo vas a conocer a Jesús? ¿Cuándo te darás a conocer?

¡Esta es tu parte! Él ya hizo todo, por mi y por ti. Ya murió en la cruz y llevó tus dolores, para que no “cargues” nada y no te excuses con nada, y ¡¿revelas esta falta de entrega?!

No es justo que por tu parte seas incrédula y “desconfiada”, en revelarte a Dios.

De forma que seas sincera contigo y con las personas de alrededor, yo fui sincera, primeramente, ¡con Dios! Hablé de mi. Y no fueron cosas “lindas”, porque no tengo nada “lindo” para dar a Jesús. Situaciones que vi sobre mi. Fui sincera con Él; pagué lo que tenía que pagar, y lo que Él me pidiese, ¡haría!

Di esa importancia a Dios; creí en lo que está escrito. No me basé en informaciones. ¡Negativo! Fue una creencia que me dejó darme a conocer a Él. Y cuando lo hice, ¡fui libre!

Me oyes hablar con libertad, porque fui libre, a través de mi creencia en la Palabra de Dios.

¡Y esto alcanzarás, lanzándote, entregándote, creyendo! Entregando todo, sin recelo;

sin miedo. ¡No puede ser 90% ni 99%! ¡Tiene que ser todo! Aquí ya no hay escondites o “secretitos”.

Debes hablar con tu responsable; o tu pastor. No es que tengas que confesar a los hombres tus pecados, sino, porque tu orgullo quiere esconderse, hay una necesidad de exponerte. ¡De darte a conocer!

Las personas sobre las cuales los versículos se refieren, estaban convencidas de que estaban bien. Nunca imaginarían ser reprobadas. ¡Se quedaron sorprendidas!

Jamás suponían que Jesús diría: “Jamás os conocí; apartaos de mi…”

Hablaban de Jesús, predicaban Su Evangelio y, a pesar de parecer que Lo conocían, jamás se dieron a conocer a Él.

Observa bien, hoy el 19º Día, y tienes la oportunidad de darte a conocer a Él. ¡Te toca a ti! No estamos jugando.

Se transparente, y no artificial con Dios, o con los demás. En la misma medida que considero a Dios, considero a los otros. No diré la verdad, sino la dije primeramente a Dios.

Quien se de a conocer a Dios, se da a conocer a los demás, sin recelo, miedos o escondites. Es sencilla y transparente, ¡como la ves!

En la Iglesia Universal existe esta transparencia: No nos ve cubriendo el error del pastor, del obrero… Se habla con el cuerpo de la Iglesia, se pune si es necesario. Se dice la verdad, porque existe transparencia.

Lo que soy para las personas, y quien yo veo, es como soy para Dios, a Quien no veo.

Si yo considero a quien veo, tengo la misma consideración hacia Jesús, que apenas veo con los ojos espirituales.

Es tu oportunidad de darte a conocer.

Un abrazo. ¡Hasta mañana!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

2 comentários

  1. ES IMPORTANTE SER QUIEN UNO ES DELANTE DE DIOS Y DE LAS PERSONAS TAMBIEN, CUNADO SOMOS SINCERAS DELANTE DE DIOS Y NOS DAMOS A CONOCER TAL CUAL SOMOS DIOS HACE MARAVILLAS, PORQUE UNO RECONOCE LAS FALLAS, LOS PECADOS Y SI EN ALGO ESTABAMOS ACTUANDO MAL, CUANDO SOMOS TRANSPARENTES DIOS MUESTRA NUESTROS ERRORES DE ESA MANERA PODEMOS CAMBIAR Y GUARDAR NUESTRA SALVACION QUE ES LO MAS IMPORTANTE QUE PODEMOS TENER EN NUESTRAS VIDAS….

    Ver más
  2. hola señora viviane… estos mensajes me han ayudado mucho por que tenia dudas sobre la sinceridad y usted me hablo en lo profundo y entendi.. en el segundo parrafo usted dijo que personas diran señor señor en tu nombre echamos fuera los demonios (..) y al lado puso que TAMBIEN PUEDEN SER PERSONAS bautizadas con el espiritu santo. y me quede pensando por que en una reunion su padre ob macedo dijo que para uno encontrar a dios tiene que ser sincero darse a conocer como dice usted tambien y cuando la persona nace de nuevo osea encuentra a dios en el mismo momento puede ser bautizada… llego a mi conclucion si la persona no es sincera no va a nacer de nuevo y si no nacio de nuevo como va a ser bautaza con el espiritu santo.

    Ver más