Atención que nos hace admirar

¿Alguna vez algo cautivó tu atención? ¿Y al mismo tiempo has admirado?

¿Qué has hecho delante de aquella admiración?

«Las has llevado a casa.”

¿Cómo?

Aquella admiración acompañó tus pensamientos, y ciertamente “te habló” algo sobre cómo actuar y qué hacer.

Y aquella escena, o hecho, se quedó en tu memoria. Puede incluso que el tiempo pase, pero aquello permanece… porque fue evidente, algo que te dio una lección de vida.

Así pasa conmigo, llevo escenas, actitudes de personas que admiro y se quedan guardadas en mi memoria como algo que tengo que alcanzar o que aprecio.

Y todas las cosas que no hacen parte de nuestra vida o de nuestro día a día, son las cosas que nos llaman la atención.

Ya te di la entrada que lo que sucede cuando algo nos llama la atención; ahora, imagínate cuando es una persona.

Y en el artículo “Mi Gusto” de hoy, quiero hablar de una persona que me llamó la atención y me enseñó lo que Dios busca en nosotros.

Joselaine Ribeiro, es una esposa de pastor, que cuando llegué aquí, a Portugal, estaba débil espiritualmente, iba rumbo al infierno sin darse cuenta.

Participando de las reuniones de esposas de pastor en Portugal, ella se dio cuenta de su triste realidad.

Ella tenía una “mejor amiga” que comprendía sus dramas, y la apoyaba.

Normalmente, Joselaine se sentaba en las últimas sillas en la reunión de esposas, porque ella sabía que la reunión la “afrontaba” y la ponía “contra la pared” para actuar según la Palabra de Dios y la fe que decía tener.

Pero llegó un momento, no en mucho tiempo (fue al principio, cuando llegué aquí, a Portugal), en que ella reconoció todo lo podrido que estaba contaminando su fe, y cuando fue a hablar con su otra amiga sobre su descubrimiento, intentando también ayudarla a salir de ese rumbo al infierno, la amiga no la comprendió.

Esta amistad era carnal, hablaba mal de los demás, ellas eran las víctimas siempre y etc. …

Joselaine empezó a dar pasos radicales debido a su fe, abandonó aquella amistad, se quedó “sola”, y al mismo tiempo también quiso acercarse a mi.

Yo lo vi, incluso me acuerdo de ese día, en el que estábamos en un paseo con todas las esposas de Lisboa, en el Parque Acuático, y ella vino de una forma diferente a las demás que llegaban hasta mi.

No sé decir el qué, pero algo me llamó la atención esa primera vez que la vi.

Después de algún tiempo, ella vino a contarme acerca de la trayectoria de fe que estaba tomando, me contó sobre el estado en el que se encontraba, y etc.…

A partir de entonces, Joselaine fue desarrollando su salvación, sobrepasó sus problemas a medida que los fue encontrando.

Hoy puedo decir que ella es una esposa que descubrió el secreto de estar siempre atenta a su propia fe, no me preocupa cómo está, porque ella descubrió el secreto de la victoria.

Disculpa que hoy el texto sea un poco más largo, pero tengo que hablar acerca de mi admiración por Joselaine, como también de todas las esposas que dejaron su “orgullo” de lado y desarrollaron.

La parte en la que me gustaría llamar la atención de los internautas es la siguiente:

Delante de tantas personas a tu alrededor en la reunión, que escuchan las mismas palabras que tú escuchas, ¿cuál ha sido tu reacción en relación a todo aquello que has visto a tu respecto: Conciencia o Frutos de arrepentimiento?

Si produces frutos dignos de arrepentimiento, entonces tu luz brillará donde sea que estés: con la familia, colegas de trabajo e incluso personas que estén distantes verán tu luz.

Me llamó la atención el caso de Joselaine, porque al mismo tiempo que quemaba la Palabra de Dios en su ser, ella se hizo escogida porque reconoció y aceptó obedecer la voz de Dios. Y esto fue ella solita.

Yo no sabía su estado.
Yo no la atendí para revelarle su estado.
Pero ella, por si misma, aceptó la Palabra de Dios.
Esto es, que ella aceptó a Jesús.
Ella acepto a Luz, y negó las tinieblas, que escondían su estado.

Admiro cuando alguien reconoce y da frutos dignos de arrepentimiento que duran toda la vida.

Y si tú eres una internauta que apenas hablas de lo que has enfrentado en el pasado, en tu vida, no has entendido nada de lo que está escrito.

Porque lo que es admirable, es reconocer el estado espiritual y asumirlo delante de Dios y de los hombres. Estos frutos no producen sólo aquel año, sino que también producen los siguientes años. Siempre añade algo.

Admiro a todos los que recibieron a mi Padre, el Señor Jesús.