Ansiedad : ¡PELIGRO!

Muchas jóvenes son engañadas por la ansiedad; porque están preocupadas al ver a otras casarse, y ellas no se casan…

Se preocupan por lo que los demás piensan – y hablan – dando oídos a preguntas tan frecuentes, como: “¿Te gusta alguien? ¿tienes novio?¿cuándo te vas a casar? ¡¿cuántos años tienes?!”

Infelizmente, estás jóvenes llegan a la Iglesia, se liberan, se convierten, pero el siguiente paso, que es el bautismo con el Espíritu Santo – lo más importante y fundamental – se interrumpe.

No es por la falta de orientación, cuidado o acompañamientos específicos. Sino que debido a la ansiedad, la joven se queda “ciega” y “sorda” delante de cualquier intento de ayuda.

Entonces, acaban fácilmente siendo engañadas, por alguien que conocen en la iglesia, supuestamente “de Dios”.

Antes de suponer que esto es suficiente, ¿has evaluado cómo es él fuera? ¡¿En la escuela, en el trabajo, con la familia?! ¿Cuáles son sus objetivos espirituales y personales?

Muchas se han entregado, pensando de esta manera. Pero, después que el individuo consigue lo que quiere, la han dado una “patada”… ¿Y ahora? Muchas no consiguen levantarse de nuevo; otras salen de la Iglesia, porque no entienden que el motivo de su carencia no es por falta de alguien, sino por la falta del Espíritu Santo.

Digo esto, ¡por qué ya lo he vivido! Sentí en la piel el dolor de actuar por los sentimientos; según el corazón.

Ya estaba en la Iglesia, y liberada, me había bautizado en las aguas, y el siguiente objetivo era el Espíritu Santo, pero por dejarme llevar por el corazón, acabé por enamorarme de la persona equivocada, y eso atraso mi vida espiritual.

Me desperté y vencí aquel sentimiento engañoso, del corazón, alimentado por mi, pero que era contrario a la voluntad de Dios.

Después de esto, me lancé con todas las fuerzas, en busca de mi salvación. ¡Fui radical!

No quise saber de nadie más; actúe con sabiduría, con la fe inteligente. Hice un voto con Dios, que mi objetivo era el Espíritu Santo, porque quería hacer la Obra en el Altar.

Así, cuando llegase la persona correcta, ya estaría lista para conocer a alguien, ser novios y casarnos a su debido tiempo.

De esta forma, no quedarían dudas, porque no sería yo quien escogería a la persona con quien iba a vivir el resto de mi vida, ¡sino Dios!

2º paso:

Evalúa si él no tiene compromiso con nadie; observa su estado espiritual, comportamientos, manías, palabras y pequeños gestos, que pueden significar mucho…

Conversa con personas que hacen parte del círculo de amigos, procura saber cuales son los objetivos que él tiene, a nivel personal y espiritual.

Si después de todo esto, él demuestra buen carácter, busca consejo con tu responsable o pastor de tu Iglesia. Él te orientará debidamente como actuar.

¡¿Parece difícil?! ¡Y realmente lo es!

No es fácil encontrar la persona adecuada, en los días de hoy; alguien que te respete, te ayude, te valore y que se una a ti, para servir a Dios.

¡Pero vale a pena!

Me gustaría que tu que estás siendo ayudada a través de este post, me escribieses; dejases tu comentario, para que otras jóvenes también sean alcanzadas.

No lo guardes para ti, transmite aquello que el Espíritu Santo ha hecho en tu vida. Ayuda a ganar almas y despertar a aquellas que están siendo engañadas por el diablo, a través del sentimiento.

Hasta la semana que viene. Besitos a todas.