Alimentación – Descubriendo los errores

Viviane Freitas

  • 22
  • May
  • 2013

Alimentación – Descubriendo los errores

  • 22
  • May
  • 2013

La semana pasada yo os di una tarea. Vamos a recordar…

Todos los días vas a anotar sea en un cuaderno o en tu ordenador, móvil, etc.

1.Horario en que te despiertas.
2.Anotar el horario y lo que comes, o bebes, quiere decir todo lo que te pongas en la boca.
3.No te olvide del Agua, del cafecito, del caramelo, del chicle, todo cuenta.
4.Y por último, el tiempo que te has quedado delante de TV o del ordenador.

Mirando tus anotaciones, ¿cómo fue esta semana? ¿Cuáles son los fallos que has encontrado en tu alimentación?

Me gustaría saber lo que habéis descubierto que estaba mal en vuestra alimentación para que así pueda ayudaros.

Y ahora, ¿cuál es tu plan de ataque contra esos errores? Piensa, no sirve de nada saber dónde estás errando y quedarte de brazos cruzados. Debes tener un plan para atacar esos errores y arrancar de una vez por todas este mal hábito, ¡adquiriendo otro bueno!

Yo también descubrí muchos fallos y errores en mi alimentación esta semana. Uno de ellas, por ejemplo, era que yo me quedaba mucho tiempo sin comer y hasta pensaba que por eso iba a adelgazar. ¡Nada de eso! Por lo contrario, estaba engordando cada día más.

Tengamos en cuenta lo siguiente: fuimos creados por Dios y como toda creación de Él, somos seres inteligentes y con funciones únicas. Nuestro cuerpo es muy inteligente, cada órgano tiene su función y cuando existe algún problema en el cuerpo, todos trabajan juntos o sienten juntos las consecuencias y beneficios.

Entonces, cuando nos quedamos mucho tiempo sin comer, nuestro cuerpo comienza a almacenar todo lo que entra porque piensa: “Voy a tardar mucho tiempo en ser abastecido y tengo que hacer mis reservas”. Así, todo lo que la persona come es almacenado.

Cuando optamos por disciplinarnos tenemos que crear el hábito de 5 comidas diarias:

Desayuno
Almuerzo
Comida
Merienda
Cena

El cuerpo entiende que puede gastar lo que está recibiendo porque pronto recibirá más “energía”, alimento.

Yo tuve que cambiar muchas cosas y disciplinarme en hacer el almuerzo al mediodía y la merienda a la tarde. Algo que yo no tenía costumbre. Optar por una fruta o yogur, y a veces sin querer comer, yo comía, pues si me quedaba sin comer después de algún tiempo la voluntad era devorar el bizcocho entero. Hice que mi móvil y mi ordenador me recordasen mi compromiso de comer los almuerzos y después de algún tiempo eso ya era una costumbre, un hábito.

Cuando tenemos esos almuerzos, llegamos con más control a la comida y a la cena. Esa fue una pequeña experiencia mía esta semana, ahora me gustaría leer la tuya.

El próximo miércoles estaré respondiendo a las cuestiones dejadas aquí para ayudaros.

Hasta la próxima.

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1 comentário

  1. Sí, es todo muy cierto eso!! mi experiencia es parecida, porque no era muy estructurada para la alimentación, creo que la subestimamos (y más cuando somo jóvenes) y eso está terrible..porque luego es así que uno se acostumbra, y con el pasar de los años nuestro cuerpo nos «pasa la factura» y debemos «pagar» y el costo es caro porque se trata de nuestra salud!
    Recordando que siendo cristianas debemos darle importancia a esto también (somos templo del Espíritu Santo), es muy muy interesante que se hablen de estos temas también para mí ya que en mi caso me fui dando cuenta muy muy de a poco y los que me veían de afuera comenzaron a llamarme la atención y a darme observaciones…estoy segura que muchas lectoras les vendrá de maravilla este artículo, a mi me encantó 🙂
    Besos

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