Adelgazar deprisa

Viviane Freitas

  • 8
  • Ene
  • 2014

Adelgazar deprisa

  • 8
  • Ene
  • 2014

Observa si te identificas con algunos de estos errores, de quien quiere adelgazar deprisa



1. Restringir demasiado la dieta

No sirve de nada abandonar todo tu menú habitual y comer sólo lechuga con tomate. Esto, sólo va a hacer que te repugnen esos alimentos. Una dieta equilibrada necesita tener proteínas, carbohidratos y – cree – ¡grasas también!

Esta combinación y nutrientes son esenciales para que el organismo funcione correctamente. «Las dietas exageradamente hipocalóricas funcionan poco tiempo, porque la sensación de hambre, la debilidad y el desánimo te hacen desistir», dicen los especialistas.

2. Comer rápido

El cerebro tarda 15 minutos para registrar la sensación de saciedad. «Comer rápido significa comer más para conseguir quedarte satisfecho, es decir, engordar». Mastica bien cada porción que te llevas a la boca e intenta prestar atención a los sabores. La comida va a estar más rica y tu digestión, más fácil.

3. Quedarte mucho tiempo sin comer

Uno de los errores más frecuentes de quien quiere perder peso rápidamente es cortar comidas y pasar mucho tiempo sin alimentarse.

«En ayuno, el organismo entiende que necesita economizar energía y gasta menos calorías. Conclusión: ¡no adelgazas!” Esto sin contar que en las próximas comidas, tu cuerpo tiende a guardar más calorías para un eventual próximo ayuno.

Y no te engañes: Este tipo de comportamiento aumenta – y mucho – ¡tus ganas de comer dulces y alimentos con más grasa! Es una especie de mecanismo de defensa que el metabolismo activa, formando reservas por si hay otra crisis de abstinencia alimentaria. ¡Nuestro cuerpo es muy inteligente!

4. Cortar los carbohidratos

Eliminar totalmente los carbohidratos de la dieta ya fue un hit. El resultado de esa “locura”, dura poco: El cuerpo adelgaza, pero la falta de carbohidratos (fuente de energía) causa una fatiga muy grande, dejándote sin energía para las actividades triviales. «La ausencia de los carbohidratos también puede causar caída de cabello, debilita las uñas y mal humor”.

Alternativa: Para comer carbohidratos sin perjudicar la dieta, opta por opciones con bajo índice glucémico, es decir, que tarden más tiempo en ser digeridos. Los carbohidratos integrales, en pequeñas cantidades, son los más indicados.

5. Confiar solamente en la dieta

El raciocinio es simple: Consumes calorías con la alimentación y las quemas con la actividad física.

Los ejercicios modulan las hormonas responsables por la quiebra de grasa y aceleran el metabolismo, por eso son tan indicados para adelgazar. Una buena dieta garantiza la pérdida de grasas, y no de músculos, durante el entrenamiento. Cuando enfocas tus esfuerzos solamente en la dieta, es difícil alcanzar resultados duraderos rápidamente, por lo tanto identifica una actividad física que practiques con placer.

De esta forma, los ejercicios formarán parte de tu rutina y no encararás la hora de entrenar como un sacrificio. Hacer ejercicios, por lo menos, tres veces por semana, acelera el metabolismo y el gasto calórico, sin contar el aumento en su disposición física.

6. Dejar la dieta en medio del camino

Querer resultados instantáneos, y no alcanzarlos inmediatamente, es incomodo. El resultado es que dejamos la dieta para atrás, como si no funcionara y tienes una historia más de frustración para contar, comprobando que esa historia de dieta no funciona.

La dieta debe ser individualizada y contar con apoyo profesional, pues así puedes aclarar tus dudas y entender como el organismo responde a un proceso de adelgazamiento, sin hacer proyecciones imposibles de conquistarte.

Alternativa: Dividir tu meta de adelgazamiento en pequeñas etapas es una manera de notar resultados en poco tiempo. Para eso, planea un menú y da mucha atención a lo que come fuera de casa, incluyendo las meriendas, un bizcochito del compañero, uno “helado” en el descanso y una barriguita después de desconectar el teléfono. Cuando te das cuenta, ya has consumido más calorías que en el almuerzo.

Metas pequeñas contribuyen para que mantengas la motivación y vayas haciendo la reeducación alimentaria, parte de la rutina, y no de un cambio brusco y distante de todo lo que tenía como un hábito.

Yo me identifiqué con varios ¿y tú? La semana que viene tendrás más consejos para tu salud.

Fuente: Minhavida

*La información ofrecida en este blog no son individualizadas. Por lo tanto, no sustituyen la supervisión de médicos, nutricionistas, psicólogos y profesionales de física. Siempre consulta a tu médico sobre cualquier asunto relativo de tu salud y tus tratamientos.

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