Lo que el Señor Jesús tiene que decirnos

Viviane Freitas

  • 25
  • Ago
  • 2014

Lo que el Señor Jesús tiene que decirnos

  • 25
  • Ago
  • 2014

No hay nada más gratificante que meditar en las palabras del Señor Jesús, porque las mismas nos traen paz, seguridad y certeza.


No es como cualquier palabra que oímos, o que tal vez cargamos desde la infancia, del pasado, las palabras dichas por familiares y amigos, o personas a nuestro alrededor.

La palabra que Dios tiene para nosotros no es pasajera o información – teórica – sino una palabra que trae vida. Y yo quiero amiga internauta, que hagas buen uso de la Palabra de Dios. No pretendo que estés envuelta con la misma sólo durante un tiempo determinado, sino que está hace parte de tu vida. Cuando dependemos, tanto de Su Palabra, como de nuestra relación con Dios, ¡tenemos seguridad!

Muchas personas, cuando leen la Palabra no entienden y enseguida se desaniman, quieren leer a su manera. Cuando, en realidad, no tienen que leer todo, como un libro o capítulo entero. Lo que necesitan, es adquirir vida, a través de esta Palabra.

“Entonces le decían: ¿Tú quién eres? Jesús les dijo: ¿Qué os he estado diciendo desde el principio? Tengo mucho que decir y juzgar de vosotros, pero el que me envió es veraz; y yo, las cosas que oí de El, éstas digo al mundo. No comprendieron que les hablaba del Padre.” (Juan.8:25-27)

Nuestra boca habla de lo que está lleno el corazón. Y la prueba de que el Señor Jesús estaba conectado con el Padre, eran Sus Palabras.

Esa dependencia del Padre, ¡me hace admirarlo! Porque Él era perfecto – Dios encarnado en nosotros – pero, aún así, no hacía lo que quería, o no decía de si mismo ser “maravilloso”, asumiéndose como Dios. Por lo contrario, siempre estaba a disposición del Padre y conectado con Él.

“…pero el que me envió es veraz…”

El Señor Jesús vivía en realidad en la dependencia del Padre, oyéndolo. Él sabe que quien Lo envío no fue Él mismo, sino Dios. Por eso, cuando estuvo entre nosotros, no hacía lo que bien entendía. Como, muchas veces nosotros hacemos: Al tomar una actitud, juzgamos ser “verdaderos”. Cuando en realidad, quien es verdadero es Dios. Cuando meditas en Su Palabra, percibes que estás lleno de fallos, y que en realidad no está en ti, sino en Dios.

“…y yo, las cosas que oí de El, éstas digo al mundo.”

Él puede juzgarme y hablar a mi respecto, pero no dice lo que piensa, a no ser lo que ha oído del Padre… esas son las Palabras que dice al mundo.

¡Esto es maravilloso! Porque, cuántas veces tú y yo hablamos cosas inapropiadas, basadas en lo que pensamos. Pero el Señor Jesús que estaba continuamente en sintonía con Dios, hablaba de lo que oía del Padre, y no lo que pensaba. Incluso sin haber cometido pecado, Él no se “creía”, sino que daba toda la credibilidad a Dios.

La gloria y la honra que el Señor Jesús daba era para Dios. Y es así como debe ser en todo nuestro proceder. Y Él hará más, a medida que estés disponible para oír lo que Él tiene que decir. El secreto es oírlo, estar atenta y en sintonía con Él. Y así, no cometerás errores gravísimos, que te traerán penosas consecuencias. Por lo contrario, serás una persona feliz, bienaventurada, aquí, en esta tierra.

Espero que medites en tu día a día. Continúa hablando con Dios sobre lo que hablamos. Piensa: “¿He oído a Dios, o a mis necesidades y proyectos? ¿Digo lo que quiero o lo que Dios quiere que diga?”

Estate atenta a la voz de Dios.

Un fuerte abrazo.

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2 comentários

  1. Es muy cierto señora cuando, dependemos de Dios tenemos una verdadera comunion con el, pasamos a estar atentas a todo aquello que el nos diga, somos hijas suyas si lo obedecemos

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  2. es muy cierto, cuando tenemos una intimidad con Dios estamos atentos a su palabra y a lo que nos dice, es una conexión Directa hacia El, debemos siempre pensar antes de hablar y saber si lo que diremos es lo que Dios quiere hablar o es nuestra carne la que quiere decir eso.. debemos vigilar.

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