81º Día | Ser el Testimonio

81º Día | Ser el Testimonio

24 de Abril | Lunes | Juan 17.22-23

“…La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”…

¿Qué debes hacer antes de oír el audio? Clicka aquí

Hola a todos los internautas, es un placer estar aquí y principalmente oyendo la voz de Dios.

Estoy aquí sonriendo, muy alegre, muy feliz por la Palabra de Dios.

Acompaña conmigo en el libro de Juan 17: 22-23

“…La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado…”

Voy a ir explicándoos poco a poco:

Normalmente, leo y paro en las comas que me llamaron la atención…

“…La gloria que me diste…”
¿Qué gloria es la que Jesús dio a aquellos a quienes el Padre le había entregado?
Te acuerdas que el significado de la gloria es honor, es aquella fama que se alcanza por las virtudes, por las cualidades, ese exceso de grandeza, de magnitud, de belleza …

¿Cómo Jesús le dio la gloria a los que Dios le dio?

¡La gloria de tener virtudes, por la obediencia de la práctica a la Palabra de Dios!

Tú que has acompañado aquí el blog, pasamos por la fase del capítulo 11/12, que habla sobre Lázaro, de su resurrección, y observa que esa gloria aconteció en la vida de María, cuando dice: «… la gloria que a mí me diste … «, Observa que Dios Padre le dio al Señor Jesús esa gloria, y la gloria no era «yo soy esposa de obispo «, eso no es gloria,»yo soy la hija del obispo Macedo», eso tampoco es gloria,»yo estoy «Aquí en Brasil», tampoco es mi gloria, «la gente ama mi blog», no es mi gloria …

La gloria que Dios Padre quiere dar, tanto a mí, como a ti, es aquella que se construye en nuestro interior, aquellas virtudes que existen dentro de nosotros y que nos transforman, que traen esa paz, esa alegría, y alegría es una expresión muy pequeña para explicar, sino que trae ese gozo, ese regocijo en mi alma, cambia mi cabeza, cambia aquel genio que sólo me traía disgusto, decepción, vergüenza, tristeza, infierno, en fin … Dios cambia eso, para la paz, la alegría, el regocijo, la certeza , Seguridad. ¡Esa es la gloria!

Cuando se habla de gloria, es en relación a algo extremadamente grande dentro de nosotros; El Señor Jesús pasó esa gloria a quien Dios le dio, y él dice: «… para que sean uno…» ¡Ah! Entonces esa alegría, ese trabajo, esa Obra de Dios dentro de mí que va sucediendo, es con el ejercicio de la fe, con la vigilancia, con aquel temor en al atenta, eso nos va a hacer ser «uno con mi Padre», A semejanza del Señor Jesús: «… como nosotros somos uno …».

Observa, voy a repetir: «No aprendemos a ser» uno con Dios «, simplemente por el poder de Dios a través de la cura, por la respuesta, como:» tengo ahora mi empresa «, sino por lo que está aconteciendo dentro de mí, por la obediencia, sobre todo por la necesidad de nuestra alma. Nos vamos acercando, convirtiéndonos en… «uno con Dios», cuando descubrimos nuestros fallos, de esta forma empezamos a estar más atentos, cuándo dependemos de él y tenemos que estar continuamente poniendo en práctica la fe.

«Yo en ellos, y tú en mí…”

Observa que Jesús no se separa del Padre; aunque nosotros estemos con Jesús, Él no deja de tener necesidad del Padre. ¿No podría Jesús pensar que Él es suficiente porque nos tiene a nosotros, porque le obedecemos y nos sometemos? ¿No sería eso un refugio? ¿Jesús no estaría solo, es o no es verdad?

Pero para el Señor Jesús, eso no es su gloria, sino que Su gloria es aquello que está viviendo con el Padre, esa alegría.
Jesús no se separa del Padre, ni el Padre se separa del Hijo, de tal grande que es el vínculo entre los dos.

Observa lo que es ser «uno con Él», «para que ellos sean perfectos en unidad…».

Ves cómo es importante que seamos perfectos, cada uno de nosotros, es decir, que busquemos ser perfectos; Como es importante estar siempre poniendo en práctica la fe.
Para perfeccionarnos, tenemos que estar ejercitando, y no basta haber puesta en práctica la fe ayer, ¡tiene que ser hoy y mañana!. Y así continuamente… Para que seamos perfectos en unidad, necesitamos ser «uno con Él».

«Y para que el mundo conozca que me enviaste a mí …»

Observa, que por más perfecto que Él sea, por más que Él sea Hijo de Dios, porque Él era único en aquella época, está pidiendo al Padre, está intercediendo, está rogando, y observa que ni el Padre convence al mundo y no usa Su poder de Dios, para convencer al mundo que Jesús fue enviado por Él.

¡Presta atención! Date cuenta que exige incluso del Señor Jesús, el ejercicio de la fe.

El ejercicio de fe demanda de mí una transparencia, una comunicación entre Dios y yo, una defensa de aquello que yo quiero, no de mi voluntad, sino de lo que quiero para agradar a Dios; una fe que demanda sacrificio.
Incluso Jesús tuvo que ejercitar la fe: Él está implorando, está intercediendo por nosotros para que seamos «uno», para que seamos perfectos en unidad, es decir, para que cada uno, individualmente, sea perfecto. No es que vamos a ser «perfectos», pero sólo podemos perfeccionarnos poniendo en práctica la fe.

Observa, que Jesús no facilita el problema para Dios, ten en cuenta que Jesús está intercediendo para que el mundo sepa que Él ha sido enviado por Dios, observa el proceso, la lucha, la intercesión del Señor Jesús, el pedido, el sacrificio que Él tiene que hacer, ¡¡santificándose para que nosotros nos santifiquemos!!

Amiga internauta, hay un precio, que incluso el Señor Jesús tuvo que pagar cuando Él estuvo aquí entre nosotros.

«Y que los has amado a ellos como me has amado a mí.»

El mundo tiene que ver y reconocer que realmente somos amados por Dios, ¿y por qué?
Porque ellos tienen que ver en nuestra vida algo magnífico, algo que es imposible que suceda en medio de una generación perversa, pervertida, como: Donde no hay amor, verte amando, teniendo un matrimonio feliz, prosperando, cambiando dentro de ti, etc.
Eso es lo principal: que tu tengas una vida, y tu vida haga que la gente piense: «¿Qué vida es ésta que estoy llevando? ¿Qué Dios es ese en el que yo creo? ¡Mira la vida de esa mujer!

Es decir, mi vida tiene que mostrar a las otras personas como yo soy amada por mi Padre. ¡Hay una diferencia, amiga internauta! Piensa sobre esto.

Yo estaba hasta hace poco hablando con una persona, de lo que Dios ha hecho en mi vida; Yo estaba dando testimonio de la fe, y le dije: Cuando fui al Altar y di mi futuro, quite el suelo de mi vida, y no era simplemente un mes de trabajo, yo di mi futuro entero, ¡puse todo en el Altar!
Cuando yo le dije a Dios: «Mira Dios, ya no voy a pedirte tener un hijo, yo te voy a servir en el altar.» Y yo entregué aquella necesidad, las nostalgia de mis hijos … yo veía otras mujeres teniendo sus hijos , cuidando de ellos, todo perfecto, mientras yo no los tenía, pero decía: «No hay problema, yo te voy a servir en el Altar, yo sé quién es el Señor, yo considero al Señor, yo creo en el Señor y yo voy a sacar mi sustento de aquí, del Altar, yo voy a vivir para el Señor, aunque yo viva internamente triste, por no tener mis hijos de regreso, no voy a satisfacer mis deseos, ¡te voy a servir en el Altar!

He puesto allí mi mundo, mi todo, mi futuro. Y Dios me honró, trajo a mis hijos, en poco tiempo ellos se liberaron, se bautizaron en las aguas e incluso fueron bautizados con el Espíritu Santo.
Veo a tantas personas en la iglesia, y quizá tu eres una amiga internauta, tal vez tu tienes familiares, y dices así: «qué vida, yo hago esto, aquello, hace años que estoy en la iglesia, etc….» ¿Sabes por qué? ¡Porque no has sacado tu sustento del altar, no has vivido, no has puesto tu futuro en las manos de Dios, no le has dado prioridad a Él, ¡sino que dependes de las circunstancias para glorificarlo!
Cuando dije: «No voy a depender de las circunstancias para glorificar tu nombre, ¡no! ¡Yo Te voy a servir! «, ¿Sabes lo que pasó? Dios trajo a mis hijos, y Dios me libró de todos los sufrimientos que yo iba a vivir, en relación a mis hijos, incluso referente a la conversión de ellos. ¿ Sabías?

Dios me libró, Dios los envió en el momento en que ellos ya estaban insatisfechos con el mundo, y cuando ellos vinieron a la iglesia se rindieron, participaron, se entregaron tanto él, como ella. ¡Y yo vi a Dios aquí amiga internauta! ¡He visto la respuesta de Dios! ¡Vi a Dios honrando, no porque yo lo merezca o porque fui perfecta!, ¡no! Sino porque puse mi vida en el Altar y deje que el Altar me sustente, y así fue, dejé de nutrir y de pensar en mis necesidades para mirar al Altar, para servirle a Él y Él me sirvió. Amiga internauta, ¡Él me sirvió! Mis hijos están hoy sirviendo a Dios, ¿y sabes una cosa? Yo veo a Dios en su carácter. ¡Veo a Dios! Veo cosas que hace años tantas personas no entienden, ellos empiezan a entender; No son perfectos, ¡no! Yo les llamo la atención a los dos, pero veo a Dios cuidando, ellos se sujetan, se someten, reconocen… ¿Sabes lo que veo? ¡a Dios!

Amiga internauta, he grabado varias veces mi hija buscando y a mi hijo; yo abría los ojos y grababa aquella escena, ¿y sabes que es lo que estaba grabando? ¡Estaba grabando la gloria de Dios! Yo no estaba grabando mi gloria, ¡no!, lo que yo veía era la gloria de Dios, Él siendo glorificado allí.

Estoy intensamente aquí en el blog, todos los días, de lunes a viernes, y Dios sabe el sacrificio que es poner aquí los audio para vosotras, amiga; ¡Dios sabe el sacrificio que eso requiere de mi parte, y Dios lo está viendo!
¿Y sabes que es lo que Él hace? ¡Él honra a los que le honran!

Amiga internauta, no seas «tonta», no te rindas a tu «plato de lentejas», no mires las lentejas que están faltando ahora, sino a la bendición que Él quiere darte; Dios quiere darte una cosa mucho mayor de lo que tu quieres, y Él traerá para ti algo que te sorprenda, ¡como Él me sorprendió!

Estoy hablando acerca de la fe que Él se refiere, de la gloria que Él habla, es decir, de esa unidad, de ser «uno con Él».

Amiga internauta, ¡Él quiere hacer algo glorioso en tu vida, pero tu tienes que permitir que esto suceda!

Mis palabras son limitadas, pero el Espíritu que está dentro de mí, es Él quien va a entrar en ti ahora y hablar contigo…

Daremos continuidad los próximos días y el Espíritu Santo, el mismo que está hablando conmigo, es quien te va a perseguirte, amiga internauta; vas a escuchará la voz de Él.

Puedo estar en otro lugar del mundo, van a pasar días, meses, pero escucharás esa voz dentro de tu ser, ese Espíritu que habló conmigo es lo que va a hablar contigo, te cuidará; oirás al Espíritu Santo hablar contigo de lo que he hablado aquí, ahora, porque no son mis palabras, sino que es el Espíritu de Él que pasa para ti, ¡ahí, ahora!

Un fuerte abrazo para ti y participa aquí, pues aguardaré tu comentario.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*