4º Dia del Ayuno

La verdad que libera

Hola amigas del Blog de Vivi Freitas. Es un placer acompañaros a través de este Ayuno de Daniel. Y ya estamos en el 4º Día.

Habíamos destacado la primera característica de alguien que tiene el perfil de Dios: La humildad. Y, de acuerdo con al Palabra de Dios, consideremos algo muy importante, que me llamó mucho la atención:

“Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Ellos le contestaron: Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: «Seréis libres?” (Juan.8:31)

Aquellos que apenas creen en el Señor Jesús, pero no permanecen en Su Palabra, no comprenden el lenguaje del Señor Jesús. Oyen tantas predicaciones para buscar el Espíritu Santo, y sobre la importancia de buscar el Bien Mayor, pero, en realidad, no asumen, para sí mismos, esa necesidad.

Tal vez te hayas incluido en este Ayuno, porque toda la Iglesia está en la misma fe, y tú lo has hecho. Entrando en medio de la “multitud”, ha sido así como has seguido al Señor Jesús. Crees en Él pero no entiendes el motivo y la importancia de tu unión personal con Él.

¡El Espíritu Santo no está al alcance de todos! Apenas de aquellos que Lo desean y que revelan esa necesidad.

Incluso, a quien es bautizado con el Espíritu Santo, ¡Dios no les impone nada! Por eso Él orienta a los que creen, que si permanecen en Su Palabra, serán verdaderamente Sus discípulos. Y, y consecuentemente, ¡la verdad los liberará!

Quien no recibió, ni siquiera, el bautismo con el Espíritu Santo, no puede ser un discípulo del Señor Jesús, porque no consigue permanecer en Su Palabra.

Sin embargo, ¡quien posee este bautismo, permanece!

Aunque tengas el poder de escoger, eres consciente de tu necesidad, porque, habiéndolo asumido, buscaste, fuiste lleno del Espíritu Santo y continuas alimentando esa llama.

Pero los que habían creído en Él, y que Lo estaban oyendo, no concordaron con la declaración de que la “verdad los liberaría”. Alegaban ser descendientes de Abraham, conocer las Escrituras, pero no comprendían el Espíritu.

Observa lo importante que es, tú que participas de este ayuno, entender el motivo de por qué te has incluido en el mismo, no basándote en opiniones ajenas, sino porque tienes “sed”.

Y te preguntarás: “¡¿Cómo lo entenderé?!” ¡Volviéndote cercana!

Entenderás al Señor Jesús, al recordar lo que Él dice, en tu día a día. Es aquí que Lo comprenderás y te harás un verdadero “discípulo”. Y esta responsabilidad cabe a cada una de nosotras, porque hasta el fin tenemos que permanecer en Sus Palabras.

Entonces, amiga, apégate a tu “fuerza”, ¡que es la humildad! Cuando eres humilde, para el mundo, eres considerado “bobo”, pero para Dios eres fuerte, porque reconoces la necesidad de tu entrega.

Interesante que el “mundo” encara todo de forma superficial: Ves al orgulloso como fuerte, y al humilde como débil, siendo este último, siendo este quien realmente invierte en si mismo.

Nosotros conoceremos la verdad y seremos libres a través de ella. Y cuando percibimos esto, no hay resistencia, o escusas, como: “Yo soy descendencia de Abraham; soy cristiana; diezmista; obrera; esposa de pastor…” Tu puedes incluirte en alguno de estos, de los que creen en el Señor Jesús, sin embargo, ¡no entienden nada de lo que Él dice!

Es la hora de cambiar esa situación, siendo sensible y no resistente a la voz de Él. ¡¿De qué te ha servido esa resistencia, sino para distanciarte de Dios y distraerte con “peros”!?

Es el momento de ser responsable y tomar actitudes en pro de lo que dices creer. ¡Es hora de actitudes! Trae a la existencia lo que has pedido a Dios y deja de hablar lo que no es, prometiendo lo que no cumples.

Se realista, amiga mía. Se verdadera, porque la verdad es lo que hará que estos 21 Días sean renovadores y realmente verdaderos.

Y este es el mensaje que os quiero transmitir hoy.

Mañana continuaremos hablando más sobre este ayuno de Daniel.

Deja tu comentario, de cómo han sido para ti estos primeros días.