1º día – ¿Cómo me pides eso?

Hola amigos internautas. Será un placer estar con vosotros aquí en el Blog, realizando estos 21 días de ayuno.

Quiero llamar tu atención a lo siguiente: En el ayuno hay muchas personas que entran en el “ritmo”. ¡¿Cómo?! Entran para hacer el ayuno, pero en realidad no entienden el objetivo del mismo; no saben el motivo por el cual tienen que estar sin televisión, internet, músicas seculares, y todo lo que está ligado al “mundo”. No entienden por qué y para qué, si ya van a la Iglesia, buscan a Dios y quieren ser bautizadas con el Espíritu Santo.

En realidad, muchas personas piensan que quieren el Espíritu Santo, piensan que están hambrientas de Él, ¡pero no lo están! Y la prueba es que se vuelve muy cansado para ellas el hacer algo para Dios. Vamos a acompañar lo que la Biblia dice, para que extraigas algo personal:

“…y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta.

Una mujer de Samaria vino a sacar agua, y Jesús le dijo: Dame de beber.

Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos.

Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.) (Juan 4:6-9)

Jesús nos pide de beber…. Es interesante que muchas veces interpretamos lo que Dios nos pide como de mala gana, que Él nos está haciendo perder privilegios, que Él quiere sacar provecho de nosotros… Tal vez no lo digamos, pero la reacción, las actitudes, muestran que consideramos una injusticia aquello que Él nos pide. Y Jesús nos está pidiendo de beber, es algo tan sencillo, algo que nosotros tenemos para dar, pero que muchas veces pensamos que es un “pozo” sin fondo, que no tenemos condiciones de dar, porque aquel agua nos pertenece.

Este “agua” del que hablo es tu vida, tus planes, objetivos, pensamientos… A veces nutres en tu interior pensamientos de aquello que dejaste atrás, de lo que podrías perder… etc.

Es interesante que en aquel exacto momento en que Jesús pidió algo para beber, no estaban allí los discípulos, justamente para que fuese aquella mujer quien Le diese de beber. Y tú te preguntas: “¿Por qué no se lo pide a mi madre, o a mi amiga o a otra persona? ¿¿Por qué yo?!” ¡Justamente porque Él quiere darte algo sumamente mayor!

A lo largo de los días voy a ir explicándote…

Aquella situación ocurrió precisamente para que aquella mujer se quedase a solas con Jesús. Como tú y yo… Hay momentos que cuando Jesús nos pide que le demos de beber, nos quedamos solos. Y observa lo que la mujer respondió: “: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”

Muchas veces nuestra pregunta es: “¿Cómo es que el Señor me pide que le de beber si yo soy una mujer que no Le dio nada, que no tiene nada para ofrecerle, que no pertenece a Su pueblo, que no es un discípulo Suyo o un “judío”; yo actuó de forma diferente, no tengo nada que ver con el Señor…”

Obviamente en aquella época el pueblo judío no entraba en contacto con los samaritanos, como la Biblia se refiere: “(Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.)”, y lo que está escrito entre paréntesis puedes aplicártelo. ¿Por qué? Porque siempre tienes escusas para cuando Dios te pide algo.

Amiga internauta, si estás decidida a participar en estos 21 Días y tal vez ni siquiera estás sintiendo nana, no proyectaste, no planeaste… simplemente estás cayendo en “paracaídas” en este Ayuno, pero aún así dices: “Estoy aquí y quiero someterme a la voz de Dios y no a mi propia voluntad. Yo quiero entenderlo, sujetarme a Él.”

Si estás dispuesta a sujetarte, acompaña con nosotros los artículos de los 21 Días del Ayuno, todos lo días. Aunque los fines de semana, como viernes, sábado y domingo sean días ajetreados, diferentes, voy a pedirte de la misma forma que participes. Tú necesitas en estos 21 Días estar a solas con Jesús, y para eso tienes que ser persistente, y no apenas en los días que quieres… ¡No te cuesta nada encender el internet y acompañar el audio! ¡No tendrás que sacarte las “tripas” o hacer nada más de lo que te sea posible! Haz tu parte, ves más allá, ponte este objetivo y fuerza dentro de ti para sujetarte y oír.

Porque si quieres hacerlo a tu manera, no estarás sola con Jesús.

Amiga internauta, ¡se definida en este Ayuno de Daniel! Yo cuento contigo, estaremos aquí todos los días. Puedes participar, dejando tu comentario aquí en el Blog.

Un fuerte abrazo y hasta mañana.