17º Dia del Ayuno

Viviane Freitas

  • 9
  • Oct
  • 2013

17º Dia del Ayuno

  • 9
  • Oct
  • 2013

Certeza y convicción

Hola a todos. Estamos aquí una vez más, participando del Ayuno de Daniel, y hoy ya es el 17º Día. Quiero dejarte claro, que está llegando el gran momento, pero ¡no va a parar por aquí! Si estás en está búsqueda, en esta entrega, con tus oídos sensibles a la voz de Dios, el 21º Día no será el final, Por lo contrario, te vas a “encender”; hará con que tomes decisiones diferentes de las que tomabas anteriormente.

“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hb.11:1)

Cuando existe obediencia, está da lugar a la paz, y a la creencia pura, en la Palabra de Dios, trae convicción de que Dios está controlando todo. Y tu tienes la certeza absoluta de que pueden pasar los 21 Días, pero, aún así, te mantendrás en esta fe, porque has aprendido, has estado cercana a Dios y te has hecho Su amiga. Mostraste en este Ayuno de Daniel, lo que hay dentro de ti.

Cuando existe esa proximidad y relación con Dios, hay certeza. ¡No hay duda!

Antiguamente, como niños, vivíamos ansiosos para que se cumpliesen nuestros deseos. ¿Te acuerdas? Y esto ocurre incluso con los adultos… Cuando se quiere algo de Dios, normalmente te quedas ansioso, preocupado. Como si en las 24 horas del día no hubiese suficiente tiempo para trabajar. Pero, cuando existe esa relación con Dios, percibes los detalles. Eres sensible y te das cuenta de tus actitudes.

No eres perfecta, como nos hemos referido aquí diariamente, pero existe esa certeza, y tu creencia en Dios, te da la convicción que te permite esperar por tu Señor.

Aunque tengas tantas responsabilidades en tu vida, en tu casa, en tu trabajo o con tu familia, incluso así, no te quedas con los “pelos de punta”. Tienes control. El Espíritu te transmite eso.

“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera…”

Con la fe, aunque no lo hayas conocido, ¡hay certeza! Es contrario a la ansiedad, que es la duda relativamente a cosas que aún no ocurrieron.

La fe es la certeza de cosas que se esperan y la convicción de hechos. Y si tengo esta convicción, conservaré está creencia, mi salvación, guardando mi corazón, mis ojos y sentimientos.

Cuando existe esa certeza, ¡hay paz! La duda te trae inquietud, te hace quedarte angustiada, reclamar de las cosas… La certeza te hace vibrar, “aprovechar” tu tiempo cada momento, porque no lo gastas murmurando, sino que das gracias. Cumpliste con una obligación y eres grata a Dios por eso: “Mi Dios gracias por esta oportunidad”, ¿Por qué? Porque existe sintonía, relación con Dios; ¡sois cercanos!

Dejo un gran abrazo, también para vosotros de Lisboa, del Centro, del Sur, de las Islas… ¡No os quedéis con “celos”! A vosotros también, de Brasil, de otras partes de Europa, de Inglaterra, mando un abrazo especial para vosotros y estoy segura de que no serás más la misma persona. Aunque no veas el fruto ahora, hay una semilla dentro de ti que germinará. Entiende y ejercita esa parte que tal vez estuvo dormida durante tanto tiempo.

¡Hasta mañana!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*