17º Día : ¿Cómo debo pensar?

¡Hola a todos los internautas!

¡Ya es el día 17º del Ayuno y ha sido glorioso! ¿Sabes por qué ha sido así para mí? Porque estoy leyendo vuestros comentarios y me siento “juntita”, cerca de ti, cuando participas aquí en el Blog. Y también me quedo pensando en las cosas de Dios, ¡no hay cosa mejor! Nuestra fe se aviva, deja de ser débil o dominada por las dudas, miedos e inseguridades; ¡quedamos definidas! Hay un cambio en nuestra forma de ser, en nuestro proceder, en nuestros pensamientos.

Aprovecho para hablar sobre el pensamiento y el tema del post de hoy es: “¿Cómo debo pensar?”

Ayer hablamos sobre el pensamiento vil, ¿y qué estás pensando?

Acompaña conmigo en el libro de Filipenses, capítulo 4, versículo 8.

“Por lo demás, hermanos, de todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.” (Filipenses 4:8-9)

¡Tengo mucho que decir aquí! Incluso, mientras estaba leyendo este versículo, parece que oía la voz de mi madre hablando conmigo. ¡Ella es tan linda!

En el libro de Filipenses, vamos a meditar sobre el pensamiento. “¿Qué debo pensar?”

Primero quiero exponer una situación que tú vives… Estaba leyendo uno de los comentarios del Blog, no sé cuál fue el día, pero hace poco tiempo atrás… una persona dijo que estaba desesperada a causa de la vida económica, está en este Ayuno pero no sabe qué hacer, porque tiene muchas deudas y piensa cómo será el día siguiente. Cuando lo leí, me dio un apretón en el pecho, hasta fui a dormir pensando en aquello, ¡dolió! Como leo varios comentarios tengo ganas de hablar con varias personas al mismo tiempo, sólo que tengo que hacer tiempo para hablar con cada una, y así no se puede… pero aprovechando esta oportunidad, me gustaría informar a quien está pasando por una situación delicada, difícil, en la crisis que está en el mundo entero y sus pensamientos son de miedo. Piensa en el miedo, en aquello que estás viviendo, en la situación y, obviamente, cuando pensamos en un problema viene la tristeza, que no es “amiga” de la fe. Es lo opuesto, el sentimiento es enemigo de la fe.

¿Cómo tenemos que vivir en Espíritu? De acuerdo con el versículo, ¿qué es lo verdadero? ¡Es la Palabra de Dios! La duda es una mentira, porque está dudando de aquello que está escrito en la Palabra de Dios. ¡El miedo! Cuando tengo miedo, estoy dudando que Dios hará aquello que yo no puedo hacer. De hay unos días a esta parte, he pensado así… Mediante una situación que estaba viviendo, siempre citaba aquel problema: “Mira, esto es por causa de eso y eso, eso…”; “No tienes que entender, a causa de eso y eso…” como si estuviese alimentando, ¡y realmente lo estaba! ¡Estaba alimentando la duda, una miedo, una mentira del diablo! Porque la Palabra de Dios es la verdadera, y si yo creo, el problema deja de tener fuerza y vas a salir de ese caos. Como por ejemplo, esa señora que está con un problema económico terrible, el mismo está dificultando que ella piense y se lance en este Ayuno. Al diablo le gusta quitarnos las fuerzas mostrando los problemas, y cuando mira para ellos, siente el problema.

¡Vamos a mirar para la Palabra de Dios que es verdadera! Las palabras del diablo: “¿Pero y la deuda?”; ¿Y el problema que estoy viviendo?” El problema y la deuda, ¡yo voy a resolverlos! Y me pregunto: “¿Cómo?” ¡Voy a usar mi fe! “Mi Dios quiero que el Señor me inspire; no voy a quitar mi meta, mi objetivo de ser Uno contigo! Porque si estoy con un problema económico y no veo la solución para resolver el problema, es porque estoy viviendo en la carne, sintiendo, estoy con miedo, estoy preocupada y eso no puede ocurrir!” Eso no es vivir la fe, y Dios no atiende a mis oraciones, pues ese tipo de oraciones Él no escucha… No oye sus sentimientos, ¡pero sí la fe! Oye tanto al Obispo Macedo hablar sobre eso…

Piensa en lo que es verdadero. ¿Y qué es eso? Es la Palabra de Dios, nada es más verdadero que eso. ¿Cuál es tu situación? Eres miedosa, tímida, tienes traumas… entonces vamos a hacer lo siguiente, ¿cuál es la manera de pensar? ¡Voy a ver cuál es mi situación y yo voy a resolverla!” No es tampoco esconder la verdad, pero sí asumirla: “Tengo un problema económico, ¿entonces cómo voy a resolverlo?” Y preguntarme: “Mi Dios ya hice todo, ya participé de campañas, ya hice votos, no sé qué hacer…”

Mi amiga internauta, si participaste de un voto, hiciste un sacrificio en relación a eso, ¿por qué dudas? ¿Qué está contaminando tu fe? Pues cuando hacemos todo, no hay seguridad. Pero cuando hacemos todo, siempre existe aquella duda: “¿Será que fue mi mejor? No sé qué hacer…” ¿Verdad? Existe la duda.

Piensa en aquello que es verdadero, en los hechos que has vivido y mira para aquello que es la Palabra de Dios. “¿Cuál es mi situación? ¿Qué estoy viviendo ahora? ¿Qué es verdadero en mi Biblia? ¿Quién estoy siendo? Miedosa, dudando, llena de miedo, ¡sea lo que sea! ¿Cuál es mi caso ahora? ¡Voy a mirar a la Palabra de Dios! He presentado esto, pero quiero aquello que está escrito. ¡Es eso en lo que voy a pensar! ¡Voy a pensar en la Palabra de Dios!”

“… todo lo que es respetable…”

Si alimenta algún pensamiento que no es de respeto, “molesta” en tu mente, habla mal, condena a otra persona. Eso no es respetable. ¡Tienes que quitar ese pensamiento!

“… todo lo que es justo…”

Mira: ¡Verdadero, respetable y justo! Cuando hago un balance de quien “soy” y del problema, y pienso de forma inteligente, con una fe inteligente, yo hago ese balance y miro para lo que es verdadero, respetable y justo.

¿Estoy haciendo lo que es injusto? ¿Qué hago que no revela respeto y qué hago que no es verdadero; qué me hace olvidar mi verdad? ¿Qué es puro? ¿Qué hago que no es amable? ¿Qué representa, todo lo que es de buena fama?

Tal vez tengas fama de una persona sentimental, que vive llorando, a la cual nadie puede decir nada, que se sensibiliza; si hay un problema, todas las personas deben tomar cuidado al hablar contigo, pues tu fama es de desespero, de gritar, “espantarte”, de recibir una noticia y quedar alterada. Tu fama es de nerviosa, de una persona tímida… ¡no sé! Mira a la situación que estás viviendo, y compárala con aquello que tienes que ser.

No estoy aquí diciendo que mires a tu problema y te culpes. Como una chica me abordó y dijo: “Yo no siento necesidad del Espíritu Santo, yo no tengo esa sed.” Y yo le dije: “Entonces cuida de ti. Oye los audios nuevamente de los 21 días, comienza todo de nuevo y ve despacio. Quédate atenta a ti misma…”

Amiga internauta, tienes que comparar tu pensamiento, que habla de tu ser y de tu corazón. ¿Te acuerdas que el corazón también tiene pensamientos? Entonces procura ver, de acuerdo con lo que piensas y por la forma como estás actuando con las demás personas, porque tu fama tiene que ver con tus relaciones.

“…si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.”

Si alguien tiene un mal comportamiento, testimonio, yo tengo que guardar mi vida y observar lo que es justo. Sacar provecho de aquel mal testimonio ocupando mi pensamiento con lo siguiente: “Tengo que tener cuidado con eso, pues ella cayó de esta forma… tengo que ser amable, pues ella no observaba esto, etc.” Quiere decir, tengo que mirar para los problemas y los malos testimonios de forma que yo vigile mi propio proceder.

Si hay algo degradante, como una preocupación.. por ejemplo, en el momento en que leí aquel comentario, pensé: “Mi Dios, como me gustaría dar respuesta a varios internautas… ellos hablan conmigo y yo no consigo responderles.” Porque hay veces que escribir no es suficiente. Quiero decir, quiero expresar… incluso comenté con mi marido al respecto.

Pensé: “¡Dios va a proveer!” los audios le han dado respuestas. Oye bien. Este audio, por ejemplo, está dando respuestas a muchas cosas que estás viviendo.

Hay otra cuestión: Cuando se acusa, se compara, quiere decir que su pensamiento no es correcto.

“Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.”

Lo que yo aprendí, recibí, oí y vi, ¡tengo que practicar! No puedo tener conocimiento apenas y hablar. ¡Tengo que practicar! “Y el Dios de la paz será con vosotros…” ¿Estás viendo? La duda, el miedo, la inconstancia, la inseguridad, la timidez, esos conflictos y traumas, todo eso se convertirá en “nada”, pues tú aceptas aprender, recibir, oír y ver lo que Dios hace y cómo Él ve, y tu practicas. Entonces, mi amiga, vas a tener paz y no la inseguridad, miedo y tristeza guardados dentro de ti.

Haz tu comentario, pues me gustaría saber un poco de ti. Si nunca escribiste, participa aquí con nosotras. ¡Quiero leer!

Hasta mañana. Aquí estaremos de nuevo.