10º Día : No aguanto más tanta dificultad

¡Hola a todos los internautas!

Hoy, tú que te encuentras con muchas dificultades y ya no aguantas más… ¡Quiero hablar especialmente para ti!

Abre en el libro de Números 32:7 presta atención:

“¿Por qué desalentáis a los hijos de Israel a fin de que no pasen a la tierra que el SEÑOR les ha dado?
Esto es lo que vuestros padres hicieron cuando los envié de Cades-barnea a ver la tierra.
Pues cuando subieron hasta el valle de Escol, y vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no entraran a la tierra que el SEÑOR les había dado.” (Números 32:7-9)

Amiga internauta, tal vez estés desanimada y dices: “Ah Viviane… Todos los días hablas de un punto que tengo que cambiar; tengo problemas dentro de casa, económicos, ¡estoy enfrentando una guerra! Ya no me acepto a mi misma… Y por si fuese poco, al oírla hablar que el problema está dentro de mi, no soporto seguir escuchando que tengo un problema y que no sé resolverlo… Yo sé que existe la fe inteligente y que existe el sentimiento, ¡pero no consigo sacar esas “cosas” de dentro de mi! ¡¿Qué tengo que hacer?!”

¡Presta mucha atención!

Cuando estás mirando hacia tu caso imposible, a tu dificultad, a tus defectos y errores, ¡no vas a mirar a aquello que quieres alcanzar! Estás mirando directamente al problema! Y siempre que hacemos esto, no miramos a la solución… La solución llega cuando usas la inteligencia, y la fe inteligente hace lo siguiente: “Yo tengo este problema, quiero recibir el Espíritu Santo y sé que estoy llena de fallos… Pero eso no quiere decir que el Espíritu Santo no venga, ahora es cuando tengo una razón para que Él venga, porque tengo motivos para vaciarme.”

El problema, es cuando miras a las circunstancias y dices: “¡Yo no sé hablar con Dios! No tengo palabras para hablar con Él…”

Voy a decirte lo siguiente: Tal vez estás casada, o soltera, estés como estés… Cuando te enfadas ¿con quién es? ¿A quién muestras quién eres? Para quien eres más allegada, por ejemplo, a tu madre, a tu padre, a tu hermano, a tu hermana, a tu marido o a una amiga…. Con esta persona muestras quien eres, sin miedo a ser juzgada o no, ¡porque es lo que hay dentro de ti y “sacas todo para fuera”!

¡Lo mismo sucede cuando buscas a Dios! Puedo probarte a través del diario que tengo en el Blog, si lo lees, vas a ver momentos en que estoy pidiendo misericordia, ayuda… ¡Y hay otros, en los que “cobro” de Dios! Pero ¿qué es esa cobranza?

Participa hoy en el Blog y dime ¿por qué llegué a ser audaz con Dios? ¿Sabes por qué? ¡Porque existe una creencia! ¡La misma me hace ser quien soy! Me hace ser sincera, obedecer, me hace creer, ¡creer en sus palabras!

¿Cómo voy a creer en un Dios tan grande y vivir una vida miserable? ¿Cómo miserable? ¡Sintiendo “cosas” miserables!

Ya os he comentado aquí, en el Blog, que llegué a Dios y Le dije: “Mira Dios, yo sé qué es el Espíritu Santo, ¡sé quien eres! Pero en este momento estoy oyendo hablar de la Campaña de Israel, de Fe, de coraje, de una fe inteligente…. Pero yo no tengo ninguna fe corajosa, estoy sintiendo, sintiendo, y sintiendo… ¡¡Ya no quiero sentirme así!!

Yo sé quién eres Señor, ¡y no sé como sacar esta agonía de dentro de mi, que está dentro de mi pecho! Este dolor que me hace sentir como una víctima, ¡yo no acepto eso! ¡No! El Espíritu del Señor no es espíritu de víctima, de sentirme “pobrecita”, inferior a todo y a todos. ¡¡¡Basta!!!”

Estaba hablando con Dios, y estaba siendo sincera con Él, y ¿sabes lo que a veces pasa? ¡Qué desanimas a otros con tu falta de sinceridad y la falta de exponer quien eres para Dios!

¡No me digas ni a mi, ni a nadie, que no tienes palabras para hablar con Dios! ¿No tienes palabras? Entonces, ¡no eres “original” con Dios! Sé “original” y ¡deja de desalentar y desanimar a otros! ¡Porque el Espíritu Santo ya fue prometido! Pero si insistes en dudar, en mirar atrás… No vas a sacrificar, ¡y no pondrás toda tu fuerza!

Internauta, ¡por el amor de Dios! ¡Ten amor y compasión por tu alma! ¡Tienes que defender tu vida! Yo tuve que defender mi vida, ¿y cómo? No fui a pelear con nadie.. ¡No! ¡No estaba peleando con Dios!¡Estaba defendiendo aquello que yo creía! ¡y tú tienes que defender lo que crees! ¿Crees en este Dios maravilloso, grandioso? Entonces, ¿dónde está tu acción? ¿dónde está tu actitud?

¡Dios te está esperando! Él quiere más que tú, darte el Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, que libera, de poder, ¡para ti! Pero te quedas siempre mostrando tus debilidades, es decir, siempre te sientes un “don nadie”…

Si Dios te valoró, ¿quién eres tú para decir eso? Si, tienes tus limitaciones, tus errores, ¡pero Él te compró! Ves delante de lo que Él hizo por ti, ¡usa tu autoridad para alcanzar aquello que Dios te prometió!

¡Es tu oportunidad! ¡Este Ayuno no es un juego! ¡Basta de decir cosas negativas y sé audaz!

Cuando actúas así es porque crees, y por eso, luchas por tus derechos; ¿No es verdad? Cuando alguien te “roba” en el banco, en la farmacia, en el mercado, cuando te quitan unos céntimos, cobras tus derechos diciendo: “Mira, yo no he comprado esto!” ¿Y cómo hablas? ¿con miedo? ¡Hablas audaz!

Cuando crees en tus derechos, ¡cobras!

Es hora de asumir tu posición, ¡de poner al diablo “debajo de tus pies”! Por que no has sido llamada para estar “debajo de las garras” del diablo, ¡tienes que estar “sobre” él! Tienes que dominar y no que tu vida sea dominada por los problemas, ¡quién tiene que dominar tu vida es el Espíritu Santo!

¡Entrégate!

A partir de ahora, ¡actúa de forma diferente!

Deja aquí tu comentario,

Yo quiero saber, ¿vas a hablar quien eres?

¡Deja de “tapar el sol con el colador” da tu realidad, exponte aquí!

Pon tu nombre, la ciudad y tu comentario.

Un fuerte abrazo para vosotras, ¡hasta mañana!