Episodio 108 – La fe y la circunstancia

Episodio 108 – La fe y la circunstancia

¿Usted se ha observado? Pues bien, ¿cómo actúa ante una pérdida? ¿Y cómo actúa Dios ante una pérdida?

Bueno, hemos aprendido que Dios no Se detiene en el tiempo, sino que toma actitudes. No es indiferente al dolor del ser humano, pues también siente el dolor y mucho más de lo que nos imaginamos. Pero Dios actúa.

El Señor Jesús, el Hijo de Dios, fue el reflejo de Dios. Vino a este mundo para representar a Dios. ¿Cómo actúa Dios?

Cuando Jesús fue a ver a Lázaro al sepulcro, dijo:

«… Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, Le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días». Juan 11:39

Observe la actitud de Marta. ¿No le pasa esto a usted también a veces?

Dios dice en Su Palabra lo que será, lo que es, Él dicta las cosas y usted dice: «No, mira, ya lleva cuatro días muerto, ya huele mal…».

¡Quizás usted se siente así! Piensa que su problema viene desde hace mucho tiempo y ya no hay solución. Entonces descarta todo lo que Dios ha hecho, todo lo que Dios dice.

Pero vea que Dios no es indiferente a nuestras reacciones:

«Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?». Juan 11:40

¡Este pasaje me enseña muchas cosas! Porque creer es situarse por encima de todo, incluso de las circunstancias, incluso de los días que han pasado, incluso del difunto.

Si creo, tengo la paz dentro de mí de que Dios hará lo que conviene hacer.

«Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias Te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre Me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que Tú Me has enviado». Juan 11:41-42

Observe al Señor Jesús como el Hijo de Dios. Quien es hijo de Dios tiene esta creencia, esta constancia, aunque sea fallo. Nosotros, que somos hijos de Dios, no somos perfectos como el Señor Jesús, pero tenemos algo en común: tenemos la paz de que Dios tiene el control.

Y lo interesante es que, en medio de esa situación, del sepulcro, de Marta diciendo todo eso, de la ansiedad, de la duda de ella, el Señor Jesús Le agradece al Padre por haberlo escuchado, incluso antes de que sucediera el milagro.

¿Y sabe por qué? Él agradece porque conoce al Padre.

No se trata de una enseñanza. Él sabe Quién es el Padre y sabe que lo que vino a hacer sucederá.

¿Y usted? ¿Tiene esta creencia en Dios? ¿Usted es hijo de Dios?

Pues bien, el hijo de Dios confía en que el Padre tiene el control de todo, incluso en un momento de pérdida como este.

¿Sabe? Cuando leo la Biblia, en realidad, busco los pensamientos de Dios para diferenciarlos de mis pensamientos, de lo que guardo, de las cosas por las que ya pasamos, de esas pérdidas, dificultades, dolores, reacciones, de todo lo que ha pasado en mi vida. Llevo mi vida hacia delante mirando al Señor Jesús, para saber lo que tengo que hacer de ahora en adelante. El pasado, para mí, es una manera de mirar y ver lo que, quizás, aún no está resuelto o ver la Obra de Dios.

El Señor Jesús mostró Su paz, dándole gracias a Dios, por haberlo escuchado, como bien dijo.

«Yo sabía que siempre Me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que Tú Me has enviado». Juan 11:42

Es tan lindo, ¿no? Él tiene paz, Él hace Su parte y ayuda a esa multitud incrédula. Probablemente lo dijo en voz alta para que las personas pudieran reaccionar y observar la diferencia.

«Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió…». Juan 11:43-44

Vea que el Señor Jesús tuvo que llamar a Lázaro, porque, si no decía su nombre, saldrían todos los difuntos. Pero llamó a Lázaro.

«… atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir». Juan 11:44

Independientemente de la parte física de Lázaro, él salió. ¿Ha visto? Cuando oye la Voz de Dios, sin importar la «venda», lo que esté sujetando sus pies, sus brazos, usted se levanta y avanza. Ese es el Poder de la Voz de Dios.

«Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en Él. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho». Juan 11:45-46

Allí están la fe y la circunstancia. Pero, delante de eso, ¿quién es usted?

¿Cree en Jesús basándose en lo que está viendo, en Sus señales, en Su actitud o está del lado de los fariseos?

Usted está viendo todas las señales a través de los testimonios, pero ¿quién es usted?

Bueno, ¡Dios ha mostrado Quién es Él!

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