Episodio 106 – El dolor de la emoción y el dolor de la sinceridad

Episodio 106 – El dolor de la emoción y el dolor de la sinceridad

Existe un momento de dolor, puede ser el dolor de la sinceridad o el dolor de la emoción.

El dolor de la sinceridad es cuando usted ama, cela, cuida y aparentemente pierde.

«Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto […] María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a Sus pies…» Juan 11:20-21,32

En el caso de Marta y María, que habían perdido a su hermano, ambas tuvieron reacciones diferentes. Mientras Marta estaba quejándose, ansiosa y agitada, María se lanzó a los pies del Señor Jesús.

Marta llegó con el dolor de quejarse con el Señor Jesús y no vio el objetivo final. María miró al Señor Jesús como la respuesta, aquel en quien podía refugiarse, en cambio, Marta Lo miró como alguien a quien exigirle una respuesta.

Cuando los que sirven a Dios y son sumisos sienten dolor de forma sincera, no solo se derraman y expresan lo que está en su interior, como sus cuestionamientos y dudas, sino que también se acercan a Dios para refugiarse en Él. Eso fue lo que hizo María.

A usted que está triste y angustiado, ¿su dolor lo ha acercado a Jesús de forma sincera o ansiosa?

La forma en la que trata a Dios, la forma en la que Le habla, ¿es para refugiarse en Él o para exigirle algo?

La ansiedad no tiene nada que ver con la razón, sino con la emoción.

La fe es una cosa y la emoción es otra cosa.

La fe es la certeza de las cosas que se esperan y la convicción de lo que no se ve.

La emoción no produce seguridad, sino que hace juzgar a los demás, exigirles cosas.

Observe quién ha sido y cómo ha hecho su oración, cómo ha hablado con Dios.

Comparta un episodio más de la serie: ¿Quién es Dios? ¿Quién es usted?

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