Episodio 104 – Sepa por qué cuestionan tanto a Dios.

Episodio 104 – Sepa por qué cuestionan tanto a Dios.

¿Cuántas veces no pensamos así? «¡Ah, si el Señor hubiera estado aquí antes, esto no me habría sucedido!» ¿No es así?

Observe lo que sucedió cuando Jesús fue a visitar a Lázaro:

 “Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro… Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, fue a su encuentro, pero María se quedó sentada en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.” Juan 11:17-21

¿Usted cree que todo lo que ha sucedido está fuera del alcance de Dios? ¿Es así como trata a Dios? A menudo tratamos a Dios de manera ridícula porque pensamos que Él no tiene el control. ¡Y si, ahí es donde erramos!

Nosotros pensamos muchas cosas acerca de Dios, lo tratamos como un ser normal, pero Dios no es un ser humano. Él tiene el dominio, sobre todo, Él sabe lo que va a suceder, Él creó todas las cosas.

Entonces, ¿por qué el ser humano trata a Dios como si fuera alguien inferior que no sabe lo que está haciendo? Es porque el ser humano no se observa a sí mismo.

Marta, muy ansiosa cuando supo que Jesús estaba llegando, salió a su encuentro. ¿Conoce a esas personas que son muy impulsivas, que siempre están tratando de resolver los problemas? Y por ser así, se sienten muy seguras de que su manera de hacer las cosas es la correcta. Porque resuelven los problemas en su propia cabeza. Pero la ansiedad no resuelve problemas, la ansiedad crea problemas para uno mismo.

 “Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.” Juan 11:21-23

Jesús ya sabía que Marta estaba preocupada, triste, culpándolo por la muerte de su hermano, por no haber evitado esa situación.

Será que, ¿Usted no está así, en relación a Dios? ¿Está cuestionando a Dios de la misma manera?

Si compara su actitud con la de Marta, con la de Dios, podrá ver y situarse en dónde se encuentra. Así es como actúa la fe inteligente: se observa a sí mismo y hace su parte.

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