Episodio 103- ¿Cuál es la diferencia entre el Altar y el atrio?

Episodio 103- ¿Cuál es la diferencia entre el Altar y el atrio?

Hoy vamos a hablar de la diferencia entre aquellos que sirven a Dios en el Altar y aquellos que sirven a Dios en el atrio.

Las personas que sirven a Dios, que tienen sus pensamientos en Dios, se involucran con las cosas de Dios y no permanecen indiferentes. No se limitan a recibir la palabra de Dios para resolver sus problemas personales.

Observemos lo que sucedió en este pasaje que muestra que Lázaro estaba enfermo y Jesús esperó dos días para ir a verlo.

«Dijo esto, y después de esto añadió: Nuestro amigo Lázaro se ha dormido; pero voy a despertarlo. Los discípulos entonces le dijeron: Señor, si se ha dormido, se recuperará. Pero Jesús había hablado de la muerte de Lázaro, más ellos creyeron que hablaba literalmente del sueño. » Juan 11:11-13

Los discípulos tomaban todo al pie de la letra, ya que aún no habían sido bautizados con el Espíritu Santo.

“Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y por causa de vosotros me alegro de no haber estado allí, para que creáis; pero vamos a donde está él.” Juan 11:14-15

Porque los discípulos estaban con Jesús, Él se demoró dos días allí, para que no se involucraran con la enfermedad de Lázaro, porque Lázaro iba a morir y Jesús iba a resucitarlo. Jesús ya sabía que esto iba a suceder.

Es esto lo que pasa con quien está involucrado con Dios, conectado con Dios, entonces, son resguardados, protegidos de ser influenciados por las circunstancias.

Veamos lo que sucedió con Tomás cuando Jesús le dijo que Lázaro estaba muerto:

«Tomás, llamado el Dídimo, dijo entonces a sus condiscípulos: Vamos nosotros también para morir con Él» Juan 11:16

A pesar de estar allí con Jesús, él no estaba involucrado con los pensamientos de Dios, es decir, él estaba en la carne.

Usted elige si estará en el Espíritu o en la carne. Usted toma decisiones que pueden hacerle tropezar o ayudar en su vida. Si usted sirve a Dios, estará protegido, resguardado y salvo. Si usted se sirve a sí mismo, pone en riesgo su salvación.

Observe su vida, disciplínese y priorice a Dios.

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