Tu tierra

¿Qué ha hecho Dios en tu vida para darle las gracias?

Tal vez respondas: ¡Muchas cosas! Pero si tu agradecimiento es de forma mecánica y sistemática, es porque dentro de ti existe inseguridad, timidez y frustración.

“Los tímidos no heredarán el Reino de los cielos”, se quedan fuera, no lo heredan porque para heredar, ¡hay que ser violento!
Si no logra alcanzar lo que se ve, imagina lo que no se ve…

Ser tímida es vivir en “tu tierra”, no es salir de ella como hizo Abraham. Si tu dices que eres de Dios y eres tímida, el Espíritu Santo está dormido dentro de ti y quien reina no es Dios sino tu misma.

¡Es así de radical…! Es sí sí , no no y no hay término medio.

Quien es tímida, se queda siempre del lado de afuera y la prueba de eso es que no se realiza.

Si preguntas, todas las personas alguna vez tuvieron timidez, todo el mundo se ha sentido avergonzado delante de alguien, pero la vergüenza es una falta de seguridad de quien eres y de quien estás presentando, es decir, esperas sorprender a los demás mientras que tú no te ves lo suficientemente capaz como para sorprender a aquellas personas, entonces te limitas.

El Espíritu Santo no usa a personas así, puede ser quien sea, puede orar, ayunar, pero si no “sale de su tierra”…

Puedes oír la voz del pastor, de las personas que orientan siendo usadas por Dios, pero te niegas a oír la voz de Dios, no la aceptas.
Todo lo que haces, lo ves a través de los ojos de la gente, pero no con la fe que dices tener, necesitas que siempre te empujen, no tienes tu propio incentivo y te “sientes” llevada a hablar con Dios no de forma sincera.

¿Entiendes ahora la pregunta del principio?

Si no hay dolor de indignación es porque toleras la timidez, te sientes a gusto con ella y no la odias. A fin de cuentas, no es un gran problema, otras personas que conoces también son tímidas, ¿no es así?

La fe emotiva no es definida y siempre necesita ser comparada porque quiere apoyarse en alguien, siempre quiere tener la razón y nunca quiere luchar. Incluso dice: ¡Está amarrado! ¡Dios proveerá!

¿Dios proveerá? ¿Sintiendo? Dios no provee, tienes que “salir de tu tierra”.

Ser tímida es ser presa, ya que no sabe lo que es ser feliz, no es la propia bendición.
Se frustra porque hizo sus elecciones y Dios no puede cambiar eso, ÉL las respeta.

Dios no te presiona para que oigas su voz, tú tienes que interesarte en oír su Voz. Hasta ahora no oíste la voz de Dios porque quien oye, “sale de esta tierra” y no vive la misma vida.

Esta situación sólo cambiará cuando decidas “salir de tu tierra” en la que tu misma te criaste y acostumbraste.

Si no te defines, y aceptas ser la misma persona llevando contigo esa cobardía, ¡nada ocurrirá! Si no tienes “mano fuerte”, ¡continuarás en la mano de los sentimientos!

Tu cambio no depende de nadie sino del grito que hay dentro de ti.

¡O persigues, o vas a vivir siendo perseguida!

Dios está hablando, y tú; ¿has oído? La prueba está en qué harás después de leer esto.