Servir (5ª Parte)

Viviane Freitas

  • 14
  • Jul
  • 2016

Servir (5ª Parte)

  • 14
  • Jul
  • 2016

Quien tiene el Espíritu Santo es guiado por Él, esto si la persona compara su fe con la Palabra de Dios.

¡La fe por si misma exige respuestas! Y yo buscaba resultados de la fe que yo tenía, pero por la falta de los mismos, yo continuaba con mi “deuda”, y frustrada.

Las personas siempre me decían que no, que yo las ayudaba, pero ninguna palabra que era dicha me transmitía hechos. Entonces, no podía eludirme,

¡Vivía insatisfecha por todo! Porque aquello en lo que yo más creía, no existía. Hasta que tomé una decisión definitiva de sacrificar aquello que me faltaba entregar, y eso me trajo las respuestas que yo necesitaba.

En la concepción de un ser humano, sólo se espera ser servido… ¡pero ese no es el papel del siervo! Cuanto más responsabilidades tenga, más tendrá que servir y menos tiempo tendrá para si misma.

¿Qué significa realmente SERVIR?

En un cierto hecho, el Señor Jesús fue a lavar los pies de los discípulos, y he aquí lo que sucedió:

“Entonces llegó a Simón Pedro. Este le dijo: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?7 Jesús respondió, y le dijo: Ahora tú no comprendes lo que yo hago, pero lo entenderás después. Pedro le contestó: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.” (Juan.13:6-8)

Cada semana vamos a abordar sobre este versículo, que va a caracterizar el servir.

¿Qué significado tiene que el Señor Jesús dijese que sino les lavase los pies no tendrían parte con Él?

Significa que si Él no Se entregase por los discípulos no podría relacionarse con ellos y ayudarlos, porque en una relación es necesario que haya una entrega incondicional por parte de alguien. El Señor Jesús tenía el ADN del Padre, el propio Dios, entonces era Él quien tenía que dar en primer lugar, antes de recibir.

La primera situación más difícil es el entender y ver la necesidad del prójimo.

Los discípulos no eran fáciles de tratar porque no tenían el Espíritu Santo. Y por eso eran dominados por su egoísmo y orgullo.

Entonces, el Señor Jesús era quien tenía que generar todo… Él es quien tenía que entender, Él tenía que tener paciencia, enseñar, invertir, exhortar, etc.

¡Y quien hace las cosas bien hechas, busca en los demás lo mismo que ellos dan!

El Señor Jesús era perfecto, pero no podía exigir lo mismo de Sus discípulos, mientras que Él mismo no enseñase y Se diese por ellos.

Los problemas de los discípulos eran una forma de que Jesús entrase “en escena” y servir.

En el próximo articulo hablaremos acerca de la dificultad que el ser humano tiene en entender al prójimo; ¡cuánto le cansa hacer el bien!

Continúa la próxima semana.

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3 comentários

  1. Es eso mismo primero debemos aprender a dar, y sin esperar a recibir. Nosotros sabemos que todo vuelve, si uno da es claro que va a recibir. Debemos sacrificar nuestro yo, y aprender a pensar en nuestro prójimo. Así como nosotros al llegar a la Iurd recibimos, así tenemos que hacer con nuestro prójimo.

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  2. Muy fuerte

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  3. La entrega total y completa es la única garantía que tenemos de la plenitud de Dios en nuestra vida.

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