Respuesta a los internautas: ¿Obra en el Altar o en el Atrio?

Viviane Freitas

  • 25
  • Mar
  • 2015

Respuesta a los internautas : ¿Obra en el Altar o en el Atrio?

  • 25
  • Mar
  • 2015

¡Hola queridas internautas!

Hola a todos los internautas del Blog de Vivi Freitas, mi nombre es Sara Zanón, y todos los sábados estaré aquí con vosotros para traer una respuesta a los internautas.

Para darte una dirección para tu vida, y con seguridad vas a tener la oportunidad de arrancar las dudas que te han impedido usar la fe inteligente.

Entonces vamos a la pregunta de hoy, ella es Geraldina Mara y dice así:

“Soy obrera de Angola, tengo treinta años, y cumplo treinta y uno dentro de dos meses, tengo el deseo de hacer la Obra de Dios en el Altar y me dijeron que por causa de mi edad ya no puedo, ¿es verdad? es que generalmente los pastores que hay son cuatro o cinco años más jóvenes, mi familia me está cobrando y hay personas que dicen que voy a quedarme para “tía”, necesito ayuda.”

Geraldina Mara

Geraldina, cuando tenemos, no apenas un deseo, sino un llamado de Dios para el Altar, nuestra creencia no viene por aquello que vemos u oímos, es más, es exactamente ahí que la fe se manifiesta, porque el mismo Dios que da el llamado, es el que va a proveer las condiciones para que Lo sirvas, en este caso con un hombre de Dios, que tenga el mismo llamado para el altar y que sea compatible con tu edad.

Es verdad que hay muchos más jóvenes que se disponen a dejar todo para servir a Dios en el altar, ¿no es verdad? que personas con nuestra edad, sin embargo, eso no quiere decir que quien tiene más de treinta años no puede hacer la obra de Dios en el Altar también.

Pero lo que tienes que evaluar es el motivo por el cual los comentarios de tus familiares y de las demás personas tienen tanto peso para ti.

Cuando hay un llamado de Dios Geraldina, nada nos hace desistir, pero cuando es apenas un deseo que viene de nuestra voluntad y no de Dios, todo se vuelve un impedimento, nuestro ojos ven de forma natural, ellos nos muestran el tiempo, la edad, las circunstancias,… así Dios se ve imposibilitado de manifestar Su gloria.

No nos cabe a nosotros el saber cómo vendrá la bendición, sino el confiar que Dios va a proveer.

Haces que recuerde la época en que yo esperaba por mi bendición, el llamado del altar ardía dentro de mi, yo miraba a mi alrededor, pero no había nadie para mi.

Recuerdo que entregué a Dios mi situación, ya no era problema mío, y Él en el tiempo oportuno trajo a Rodrigo.

Lo convirtió, lo bautizó con el Espíritu Santo, lo levantó de obrero, y cuando él estaba listo para el altar, Dios lo puso en mi camino, amiga, yo no tuve que preocuparme con absolutamente nada.

Las voces contrarias para intentar contaminar mi fe siempre van a existir, pero somos nosotras quienes decidimos si las damos oídos o no, o si seguiremos firmes en nuestro objetivo.

Bueno, yo me quedo por aquí, un abrazo para ti Geraldina y a todos los que me oyeron.

Hasta el próximo sábado

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