¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 8 : El testigo verdadero ve a Dios
- 4
- Oct
- 2023
Imagine hablar de algo sorprendente que es la luz. La luz que le guía, que le muestra todas las cosas. Pues si, Juan, el Bautista, fue usado, enviado por Dios para preparar el camino del Señor Jesús, pero él aún no Lo conocía.
Aún así, ¡él hablaba de Dios! Él no Lo conocía personalmente, pero testificaba de esa luz. Y es tan interesante porque cuando testifica de la luz, reconoce inmediatamente cuando viene la luz. Y así fue con Juan:
“Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Juan 1:29
Juan fue enviado por Dios, ¿y quién vino hasta Juan? El Señor Jesús, el Hijo de Dios. Él vino hasta un hombre enviado por Dios. Y Juan vio que Jesús era diferente, y dijo:
“Este es aquel de quien yo dije: «Después de mí viene un hombre que es antes de mí porque era primero que yo.” Juan 1:30
Cuando Juan vio al Señor Jesús, ¿cree que él habló bajito? ¡No! Probablemente, él exclamó: “¡He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”
Imagine ver a Aquel que va a dar Vida a toda la humanidad. Pues si, ¡Juan vio a Jesús! Vio esa luz en el Señor Jesús. Y Juan dio testimonio de Jesús.
Es interesante que cuando un siervo es de Dios, él exalta a Dios. No difama, no hace escándalo, él exalta a Dios. ¿Cómo adoramos a Dios? Cuando le señalamos y Lo adoramos, es decir, porque Lo vemos como nuestro Salvador, queremos hablar con todo el mundo sobre la Salvación que encontramos en el Señor Jesús. Y así fue con Juan.
“Y yo no le conocía, pero para que El fuera manifestado a Israel, por esto yo vine bautizando en agua.” Juan 1:31
¡Qué linda es la humildad del siervo de Dios! Es linda la humildad del Señor Jesús de ir hasta un siervo de Dios. Antes de que Juan naciese, Jesús ya existía, sólo que Él vino en carne y hueso para revelarnos a todos Quién es el Padre. Porque Él era el único hijo de Dios Padre, en la época.
Entonces, cuando el Señor Jesús vino, Juan vio esa luz, vio la oportunidad. Cuando el siervo es de Dios, él ve a Jesús, ve la Salvación. Y no es la salvación apenas para que usted conquiste. Porque Jesús cura, libera, le salva de los peligros, pero Él va mucho más allá que eso, Él salva su alma si usted lo acepta.
Bueno, ahora me gustaría que pensase: ¿ha testificado de Jesús? ¿o ha difamado al Señor Jesús? Si usted da testimonio verdadero, usted exalta a Dios, pero sino existe eso, es uno de aquellos seguidores que no conocen a Dios, lo siguen, pero aún no saben sus derechos.
Es tan lindo ver ambas partes, tanto la del Creador que es el Señor Jesús, Su humildad de venir a este mundo, vestido con un cuerpo humano, dejando Su divinidad para sujetarse a todo lo que este cuerpo, o ser humano pasa. El Señor Jesús vino y de despojó de su Divinidad, Él fue humilde, y no fue humilde para mostrarse, para que usted tenga malos ojos, Él fue humilde para que usted entendiese al Dios Padre.
Y también es tan bonito por parte de Dios usar a un siervo de Él, y ese siervo es respetuoso, flexible, un siervo que no se pone por encima de Dios. El siervo Juan el Bautista se puso en su lugar, y dio honras y glorias a Dios, al Señor Jesús.
“Juan dio también testimonio, diciendo: He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y se posó sobre El. Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: «Aquel sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre El, éste es el que bautiza en el Espíritu Santo. Y yo le he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” Juan 1:32-34
Es decir, Dios usa apenas a los siervos que están despojados de su orgullo, de su autosuficiencia. Y Juan vio, fue testimonio del proceder del Dios Padre, del Dios Hijo, viendo al Espíritu Santo sobre el Dios Hijo.
Es tan bonito cuando participa de la obra de Dios, cuando ve a Dios. Cuando empieza a ver a Dios en su vida, usted va a contemplar a Dios de forma personal, va a respetarlo, amarlo, porque la forma de ser de Él, como Él se conduce es algo maravilloso.
Juan el Bautista vio y testificó que Jesús era el Hijo de Dios. Y es esto lo que importa. Tiene que ser testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios, que Él es el Salvador. Pero, ¿cómo sucede esto? Cuando ve la Obra de Dios en su vida.
Y esto demanda de usted una percepción con las cosas que están pasando, por ejemplo, si ve cosas pequeñas, va apreciarlas y no va a decir simplemente “muchas gracias, Viviana, ¡no!” Va a decir: “Muchas gracias, Dios, por Su cuidado, por Su cariño. Tu sabes Señor lo que pasa dentro de mi, conoce las situaciones…”
Cuando ve la obra de Dios, conversa con Dios, se relaciones con Dios, Lo exalta, Lo respeta, porque ve que es verdadero, que él es presente, ¡que Él es Palabra!