¿QUIEN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 72 : Imponiendo tu propia voluntad

Cuando el ser humano no acepta algo se muestra muy resistente, y no suele respetar la opción, la elección del otro. A veces quiere imponer su propia voluntad. Y me gustaría que prestaran mucha atención a lo que vamos a hablar hoy aquí, porque el mundo es así.

Hay gobiernos, opiniones, banderas siendo levantadas y se ve que el mundo aplaude un tipo de consejo. Y si tienes los oídos atentos a las noticias, sabes muy bien que esto sucede más del lado del mal que del lado del bien. Es más bien una defensa para que el mal se abra, para abrir el que deja todo tipo de cosas que sean contrarias a los principios de Dios, eso es lo que el mundo acepta.

Presta mucha atención para que entiendas quién es Dios y quién eres tú. Así está escrito:

“Así que se suscitó una división entre la multitud por causa de Él.

Y algunos de ellos querían prenderle, pero nadie le echó mano.

Entonces los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis?

Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla! Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar?”  Juan 7:43-47

Así son las personas religiosas, normalmente las que tienen poder. Quieren imponer su voluntad a sus sirvientes. Quieren imponer su desobediencia también a sus sirvientes. Los sirvientes servían a los fariseos.

¿Acaso ha creído en Él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es.  Juan 7:48,49

¡Mira cómo hablan de la gente! Este tipo de charla, este tipo de lenguaje, que dice que la gente no acepta las cosas como quieren, no lo ves de la parte de Dios. No ves al Señor Jesús tratando a la gente de esa manera. A menos que Dios tenga que juzgar, pero aceptes o no Su Palabra, enseñanzas, principios, Dios respeta. Él no te impone su voluntad. Pero ese es el espíritu del mundo.

El espíritu del mundo es poner su voluntad en los demás. Por eso la gente levanta banderas, incita al odio, a la violencia, todo porque quiere imponer su voluntad y no respeta las opiniones de los demás.

“Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo* ¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace?”  Juan 7:50,51

Vea cómo razonó Nicodemo.

“Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea”. Juan 7:52

¿Sabes esa información errónea, mala y mal dirigida? Así lo entienden las personas que no quieren escuchar la verdad, toman todo así, porque quieren que prevalezca su voluntad. ¿Y tu? ¿Has sido así? ¿Tiene que prevalecer tu voluntad sobre tu familia, sobre la gente en el trabajo, en cualquier lugar? ¿Por qué si no sigues presionando y armando un escándalo?

Una persona ni siquiera puede enojarse cuando la otra no la respeta, no quiere aceptar su opinión, su modo de ser. Pero hay que respetarlo, porque así es Dios.

Dios nos respeta, porque le dio libre albedrío a cada ser humano, para que cada uno haga su propia elección. Y si tomas una decisión equivocada, Dios la respetará, pero cosecharás las consecuencias de tus acciones, de tus elecciones. Tanto para bien como para mal.

Ya sea que estés a favor de Dios o no, ya sea que estés de acuerdo con los principios de Dios o no, cosecharás las consecuencias de tu elección, porque Dios es justo.

Todo lo que sembremos aquí en la tierra, lo cosecharemos. No es injusto lo que cosechas, porque eso es lo que sembraste en el pasado. Aprenda a respetar a las personas, sus opiniones y trata de observar su propia voluntad y opinión.

Si dices que quieres la voluntad de Dios, entonces tienes que ver si tu voluntad se alinea con la de Dios.