¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – EPISODIO 60 : ¿QUIÉN PERMANECE CON DIOS?

¿Eres del tipo que permanece con Dios? Porque para permanecer hay que sacrificarse, hay que resistir otras propuestas seductoras, hay que ser fuerte para ser constante en un pensamiento firme.

Hacer algo que no te gusta durante un día es fácil, pero hacerlo constantemente no lo es. Y ahí es donde se separan unos de otros. Algunos deciden ser fuertes para preservar a Dios dentro de ellos, a cualquier precio. Otros cambian según su propia voluntad, por lo que empiezan a creer en Dios de la manera más cómoda. ¿Pero esto funciona?

Jesús dijo:

“El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él”. Juan 6:56

¡Guau! Qué palabra, ¿verdad?

Permanecer con Jesús es algo que exige mucho sacrificio. Y sólo quedan aquellos que realmente insisten en tenerlo en sus propias vidas, y resisten las propuestas de este mundo.

Comer la Carne del Señor Jesús y beber Su Sangre es asumir fe.

La fe que niega la propia carne.

La fe pone en riesgo la propia vida por amor a Él.

Quien come esta Carne, quien bebe esta Sangre es el que permanece en Jesús.

“Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí”. Juan 6:57

Hay muchas personas que viven de forma natural, que nada tiene que ver con la fe, viven de acuerdo a sus condiciones económicas. Si un país, un lugar le da una vida mejor, ella va a ese lugar. Ella no vive según lo que Dios quiere. Vive según dónde ganará más dinero.

Por ejemplo, si le gusta ese ambiente con muchos amigos, dice: “Ah, no voy a dejar a mis amigos, ¿voy a estar sola? ¡No!»

En otras palabras, ella no se sacrifica por Jesús, no se alimenta del Pan, la Carne y la Sangre, no paga el precio.

¿Vives para Jesús o vives para las condiciones? ¿Familia, hijo, futuro, deseo?

¿Alguna vez has pensado en vivir completamente en función de Dios? ¿Para servir a Dios? ¿Para agradar a Dios? Obviamente tu propia voluntad, tus sueños, tu familia, todos y todo están bajo este orden que tú colocas, Dios primero.

Vivir para Dios es ponerlo por encima de todos. Y vive según Su voluntad y no la tuya, la de tu familia. Y, por supuesto, para hacer esto, necesitas estar decidido, definido en tu fe, porque contradecirás a muchas personas y obviamente tendrás problemas con ellas.

Vivir para Jesús es priorizarlo.

Vivir para el Señor Jesús es poner Su Palabra como la que te dirige.

Vivir para el Señor Jesús significa someterse a Sus planes.

Este es el precio de hacer la voluntad de Dios, la voluntad de Dios no siempre va según nuestra voluntad, nuestro camino. ¡Y por eso no es para todos!

Piénsalo y decide a quién servirás, porque el que come la Carne del Señor Jesús y bebe Su Sangre permanece en Él y Jesús en vosotros.