¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 6: ¿Por qué Jesús es la gracia y la verdad?

¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 6 : ¿Por qué Jesús es la gracia y la verdad?

Muchas veces, recibimos orientaciones sobre algo que debemos hacer, pero en el fondo de nuestra alma no entendemos muy bien el por qué de aquella regla, cuál es la razón de ella. Y las personas cumplen aquella ley delante de los hombres, pero en el fondo tienen su voluntad, su gusto, su opción. Y ¿qué sucede? Que cuando tenemos nuestra propia opinión, nuestra voluntad o incluso nuestra codicia, a veces, hasta cumplimos aquella regla, pero en el fondo no lo aceptamos.

La Biblia dice lo siguiente:

Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo.” Juan 1:17

Es decir, Jesús iluminó el entendimiento de las personas cuando reciben esa verdad. Cuando recibe la verdad, cuando quiere lo que es justo, no quiere su opinión, o su gusto, no quiere ser eludida, quiere la verdad. Entonces, está buscando la manera correcta de vivir. Y Jesús trae esa verdad, muestra el camino. Él ilumina el entendimiento de la persona.

Y no sólo eso, sino que la persona que está en el error, en el pecado, tiene la oportunidad de cambiar de vida. Porque ella conoce la verdad, sabe que está en pecado, que hizo algo que no debería, porque Jesús le muestra la verdad.

Pero, al mismo tiempo, Dios muestra la verdad para que sea libre de aquella esclavitud que ha vivido. Por eso a través del Señor Jesús vino la gracia y la verdad.

Aún así, no quiero que se martirice con sus errores, con sus pecados. Quiero que conozca la verdad, en otras palabras, que reconozca sus errores, sus pecados, pero no para que se atormente, se acuse, porque no es eso lo que el Señor Jesús vino a traer.

Cuando una mujer fue encontrada en adulterio, Jesús le dijo a ella: “Ve, y no peques más”, quiere decir: “Mire, si continúa pecando, va a sufrir las consecuencias. Casi muere por causa de eso”. Las personas estaban ahí ya con la piedra para tirársela, porque la ley decía que se podía matar a aquella persona, pero Jesús dijo así, “No, usted tiene que entender que la verdad es para que se libere del pensar que esto es correcto, que tiene que entregarse a su voluntad. ¡No! Tiene que corregir eso. Tiene que odiar aquello que le esclaviza”.

Es decir, la verdad libera. Y la gracia nos da la oportunidad de arrepentirnos, de cambiar de dirección, de que empecemos una nueva vida. Jesús es esa gracia y verdad. ¿Acepta eso? ¿acepta asumir sus errores? ¿acepta a partir de hoy empezar a ahcer aquello que es correcto? ¿abandonar el pecado?

Pues si, si está dispuesto a esto, está dispuesto a que la justicia sea hecha. Usted invita a Dios a su vida. No le importa tener que aprender delante de otras personas sobre lo que erró, porque quiere la verdad.

¡Piense en eso! Si es su caso, si está determinado a abandonar el error, a odiar el error que le ha esclavizado, entonces, basta que se decida en abandonar el pecado, bautizándose en las aguas, asumiento eso delante de Dios y de los hombres.

“Viviane, ¿cómo hago para bautizarme en las aguas? Yo estoy decidida, estaba pensando aquí, y veo lo cuanto he sido esclava por mis pecados. Pero es porque hasta ahora los toleraba, aceptaba esa condición que estaba viviendo, pero hoy, por la verdad, por el entendiemiento que Dios me dio, quiero abandonar el pecado”.

Entonces, está disponible para bautizarse en las aguas, vaya a una Iglesia Universal del Reino de Dios, y hable con el pastor diciéndole que está decidido. Y es una decisión que nadie puede tomar por usted. Porque va a tener que dar la espalda al pecado.

La Biblia dice lo siguiente:

Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El Lo ha dado a conocer.Juan 1:18

Cuando el Señor Jesús vino a este mundo, el Dios Padre reveló a este mundo Su Hijo, a nosotros seres humanos, y dio la oportunidad de que todos vean la diferencia, la verdad, la entrega, la gracia que había en el Señor Jesús, que era el espejo del Propio Padre.

Hoy, Dios no tiene sólo un Hijo, que es el Señor Jesús, Él tiene varios hijos. ¿Recuerda que leimos que todos aquellos que le recibieron les fue dado el poder de ser hechos hijos de Dios? ¡Es exactamente eso!

Cuando recibimos la verdad, asumimos lo que pasa con nosotros. Es decir, leo, oigo la Palabra de Dios, y no resisto. Acepto, no por decir que acepto, sino que la recibo en la práctica, y asumo mi error, y dejo el pecado. ¡Eso es recibir a Jesús! Y es de esta forma que el ser humano puede ser hecho hijo de Dios.

Para el diablo no hay solución, él no puede ser hijo de Dios. Pero usted tiene el derecho de ser hijo de Dios, cuando Lo recibe. Cuando recibe la verdad. Muchas personas, cuando reciben la verdad, ignoran, rechazan, se enfadan, se sienten ofendidas. La persona siente que se está invadiendo su privacidad, porque ella tiene su propia opinión, es decir, ella no la recibe.¡No acepta! Cuando recibe, acepta. Se sujeta a aquello que recibe.

Entonces, sepa que Dios Padre envió a Su hijo para ser Su espejo, para que las personas tengan la oportunidad de desear lo que es justo, lo que es verdadero. Y hoy Él envía también a Sus siervos, que son hijos de Dios.

Pero no todos los que dicen ser hijos de Dios son realmente hijos de Dios, porque no recibieron la Palabra de Dios. Imagine, yo leo la Biblia, voy a la iglesia, doy mi ofrenda, mi diezmo,oro, hago todo aquello que mucha gente hace, pero cómo lo hago, cómo lidio con la Palabra de Dios, eso muestra si la recibí o no.

A veces, la persona la recibe como una ley, como una regla, que ella tiene que cumplir. Pero debería recibirla como: “yo voy a obedecer, voy a pedir perdón, voy a dar la cara, aunque me de vergüenza, aunque la persona no lo reciba, pero porque tengo que hacerlo, tengo que pedir perdón, porque el Señor Jesús enseña que debo perdonar. Entonces, voy allá y lo hago, sintiéndolo o no, avergonzándome o no, no importa lo que siento. Lo que interesa es lo que es justo, lo que tengo que hacer”.

Esto es recibir la verdad. Y no es solo una vez, sino que todos los días tengo que poner en práctica lo que sé, que Dios me orienta.

Imagine si yo leo la Biblia apenas para tener información, no recibo nada. Pero cuando aquello me da vida, me trae la verdad, e disciplina, me hace tomar medidas en las que yo sacrifico mi propia voluntad para hacer lo que Dios enseña, porque considero que Jesús es la verdad, porque Su Palabra es la verdad, y mi manera de ser es una mentira que me engaña, me trae ilusión, entonces yo acato la verdad.

¡Usted tiene esta oportunidad! La oportunidad de conocer a Dios, y Él se revela a usted de forma personal, pero tiene que recibir Su Palabra y no rechazarla. Desapegarse de sus opiniones, de su manera de ser, de su voluntad y aceptar la voluntad de Dios, porque ella es Santa, pura, ¡es mejor que la nuestra!

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