¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – EPISODIO 57 : ¿NADIE TIENE EXCUSAS?

Si no ves quién eres, te resulta difícil ver a Dios, porque cuando te fijas más en las personas, juzgas y condenas. Pero si te miras a ti mismo, entonces sabrás que estás lleno de defectos, que eres pecador, malo, que no eres bueno, que tienes ganas de hacer el mal, que tienes tendencia a hacer lo malo, esa es la verdad.

¿Pero sabías que ninguna persona tendrá la excusa de decir que Dios no le habló? ¿Sabías que las personas incrédulas en el mundo escuchan a Dios hablarles? Y aquí te lo demostraré.

“Escrito está en los profetas: «Y TODOS SERAN ENSEÑADOS POR DIOS. Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí”. Juan 6:45

O sea, afuera, Dios le habló a esa persona. Se ve en los testimonios, a veces, en las circunstancias más difíciles, a Dios hablándole a la persona. Puedes ver en varios pasajes bíblicos que Dios habló a personas incrédulas.

Sinceramente, no sabía que la gente en el mundo escuchaba a Dios. Pero Dios le habla y ella no sabe que es Dios. Sólo después, cuando se convierte, cuando recibe el Espíritu Santo, recuerda hechos, cosas que Dios atendió, escuchó, le habló, le enseñó.

Jesús está diciendo que “todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí”. Entonces, la persona llega toda destruida, toda acabada ante Jesús, pero escuchó a Dios. De repente te encuentras en un lío en tu vida y no es casualidad que estés viendo este mensaje.

Dios te ha estado hablando para sacarte de esta vida. Dios te ha dado señales, mostrándote que la forma en que has elegido vivir no es la ideal. Tus planes, tu voluntad no son el camino correcto, y por eso estás viendo este mensaje.

Jesús continúa hablando así:

“No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que viene de Dios, éste ha visto al Padre”. Juan 6:46

Las personas que escuchan a Dios y aprenden de Él van a Jesús. Esto no significa que hayan visto a Dios, y no siempre detectan que es Dios, pero entenderán que es Dios después de ir a Jesús.

Ver a Dios es ver quién es Dios. Estos días estaba dando gracias a Dios y tuve que arrodillarme, sinceramente, porque no puedes quedarte delante de algo que Dios te muestra y quedarte indiferente. Vi a Dios, he visto a Dios en mi vida. He visto a Dios cuidarme, protegerme, librarme del mal, Él me guarda del mal para que no tropiece. He visto a Dios en mi vida.

Y no estoy hablando de labios para afuera, ¡no! ¡Sí es verdad! He visto a Dios en mi vida. He visto Su testimonio. Y esa es una de las razones por las que hemos estado hablando de quién es Dios y quién eres tú.

Porque cuando empiezas a ver tus actitudes, tu miedo, tu ansiedad, tus debilidades y pones atención, ejercitas la fe, hablas con Dios, y en un momento dado de la vida, Él te responde, y de una manera tan clara ves a Dios.

Realmente quiero que veas a Dios. Pero para ver a Dios, tienes que ir a Jesús.

Y la única manera en que podemos llegar a Jesús es cuando escuchamos y aprendemos del Padre, quien nos enseña. El Padre es la sabiduría misma, cuando usamos la inteligencia es el Padre quien nos habla. Cuando razonamos según lo que es justo para Dios, estamos siendo guiados por Dios.

Y Jesús continúa diciendo esto:

“En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Juan 6:47

Nuestra creencia en Jesús nos impulsa a manifestar fe, a acercarnos a Dios. Por eso la Biblia dice que quien cree en Jesús tiene vida eterna.

Nunca más esta persona se dejará llevar por la idea del infierno, de la muerte eterna, del mal de ojo. ¡Nunca más!

Porque esta creencia te dirige, te guía. Esta creencia en Dios hace que tengas actitudes dirigidas por Dios, por el Espíritu Santo. Y mira que cierto es eso. Jesús lo dijo así:

«Yo soy el pan de la vida». Juan 6:48

Jesús es quien alimenta. Cuando tengo hambre, cuando tengo sed, cuando tengo necesidades, el Pan de Vida que es Jesús me encuentra. Y no es físicamente, porque lo físico pasa, y vuelvo a tener hambre. Pero espiritualmente da vida. Te desarrollas espiritualmente hablando.

Dejas de ser mezquino, porque el Pan de Vida abre tu entendimiento. Eso es lo que quiero que entiendas.

Dios te ha hablado, quizás, a través de circunstancias, a través de otra persona.

“Todo aquel que ha oído y aprendido del Padre, viene a Jesús”. ¿Hermoso, no?

¡Guarda esto! Si escuchaste y aprendiste, vienes a Jesús. ¡Hermoso! Simplemente, el Espíritu Santo te guía y te muestra lo que Él me ha mostrado a mí.

Este Pan bajó del cielo y me dio vida, ¡y que a ti también te suceda!