¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – EPISODIO 56 : ¿POR QUÉ MURMURAR ANTE VIDA?

¿Por qué la gente murmura tanto sobre la vida?

Jesús estaba hablando, enseñando que Él era el Pan de Vida, que vino a salvar, a hacer la voluntad de Su Padre, y la voluntad era que no perdiera a una sola persona, incluso que los resucitaría en el último día. ¿Pero sabes qué pasó?

“Por eso los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo”. Juan 6:41

La gente murmura mucho sobre la vida.

Tienes la vida delante de ti. Dios está frente a ti, tienes los cielos, dondequiera que vayas, no hay forma de escapar de Dios, porque ves que todo lo que Dios creó está en todas partes

Si estás en tierra seca, si estás en el desierto, y miras hacia arriba, ves los cielos, las nubes, ves el día, ves la noche. Es imposible que no veas a Dios dondequiera que vayas, incluso en el desierto, pero la gente no busca resolver sus problemas.

“Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: «Yo he descendido del cielo?” Juan 6:42

La gente mira las cosas naturales. Lo que estaban viendo era que Jesús tenía un padre y una madre, supuestamente, porque quien trajo esta semilla en el vientre de María fue Dios mismo, a través del Espíritu Santo. Y se encontró que la mujer María había concebido del Espíritu Santo. No fue el hombre, no fue el padre y ella no es la madre. Ella era sólo un vaso, una sirvienta para llevar a Jesús en su seno, pero Jesús ya existía antes que ella. Incluso Jesús vino a salvar a María. Pero esos judíos miraban cosas naturales. Y veían las cosas con ojos naturales.

Si miras las cosas naturales no las entenderás. Pero si tu

razona la Palabra de verdad que Dios te está dando, verás que Él te conoce, te ve, te habla y te molesta. Porque Él es el pan, Él es el alimento de la vida. Él es Quien da vida.

“Respondió Jesús y les dijo: No murmuréis entre vosotros.

Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final”. Juan 6:43-44

Continúa hablando del Padre, y con Su Espíritu tranquilo, el Señor Jesús no se angustió, no se sintió rechazado porque no entendían.

Jesús entendió perfectamente que quien el Padre envía, acepta, recibe, es humilde, y estos judíos no habían sido enviados por Dios Padre, y mira, estaban delante de Jesús.

A veces vas a la iglesia, lees la Biblia, oras, escuchas el programa y sin embargo miras todo con ojos naturales, desconfías, no eres humilde, no aceptas. No aceptas la verdad tal como es, te resistes a ella. ¿Por qué? Porque el Padre no os trajo a Jesús. Simples así.

Ahora si escuchara, le pediría a Dios: “Por amor de Dios, Padre mío, quiero creer en el Señor, quiero que el Señor me envíe a Jesús, porque quiero creer”.

Si yo fuera tú, el que está desacreditado por todo y por todos, haría esto, porque la forma que ya sabes no funciona.

Dios está delante de ti, pero ¿crees? ¡Esa es la pregunta!

Jesús lo dijo así:

“Escrito está en los profetas: «Y TODOS SERAN ENSEÑADOS POR DIOS. Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí”. Juan 6:45

¡Mira que lindo! ¡Si escuchaste, aprendiste, aceptaste!

Cuando escuchamos, obedecemos.

Cuando escuchamos, somos humildes.

Cuando escuchamos, aceptamos.

Y así aprenderemos todas las cosas de Dios.

Es decir, los problemas no serán gigantescos, ¿sabes por qué? Porque los problemas serán como un desarrollo para ti porque escuchas, aprendes, aceptas y eres humilde. Ese es el poder que tenemos tú y yo y marca la diferencia.

Porque cuando prestamos atención a la Palabra de Dios en nuestras vidas recibimos a Dios dentro de nosotros. Si aceptas a Dios, ya no estarás murmurando. Lo verás como una oportunidad. ¡Mira que lindo! ¡Qué Dios tan maravilloso! Y tiene los brazos abiertos para todos aquellos que lo aceptan. Él está ahí frente a ti, pero ¿te resistes o lo aceptas?