¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 32 : ¿Quién es usted en los desafíos?

¿Cómo lidiar con los desafíos de la vida?
Parece que cuando llegamos a una situación en que no sabemos como lidiar y que no fuimos preparados para ella, normalmente, nos quedamos temerosos, pensando: “Ah, no voy a conseguir, ah, esto es muy difícil…”

Creo que esto pasa con todo el mundo cuando llega delante de un desafío.

Las personas quieren más las cosas a las que están acostumbradas, que no requieren muchos esfuerzos, porque los desafíos de esta vida muchas veces nos cuestan, es necesario aprender, y muchas veces delante de las personas,  etc. ¿y cómo se queda?

¿Se limita a la hora de aprender, se queda ansiosa, con miedo de erra delante de las personas? ¿qué tiene en la mente delante de los desafíos de la vida?

¿Y qué hace Dios con nuestros desafíos? Él se queda viendo qué tipo de fe profeso. Bueno, Él ya sabe, pero tengo que saber la realidad, los hechos van a decir la verdad sobre mi misma, sobre usted.

Jesús dijo lo siguiente:

“Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis;…” Juan 4:37, 38

Imagine ser enviado por Dios a un lugar en el que no trabajó, ¿cómo lidiar con algo que usted no hizo, que no tuvo experiencia?

“…otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.” Juan 4:38

Esto pasa mucho con quien hace la Obra de Dios, porque siempre está siendo enviado a un lugar en el que nunca trabajó y en el que otras personas trabajaron.

Llegamos a ese lugar y tenemos que conocer a personas, saber lidiar con las situaciones que están pasando, porque otras personas trabajaron, y ahora tenemos que continuar o hacer aún mejor aquel trabajo. Es esto un desafío.

No sólo por ir a un lugar y empezar todo de nuevo, sino también las responsabilidades nuevas que va adquiriendo. Por ejemplo, en la Obra de Dios, hacemos de todo en la Iglesia Universal, y a quién Dios envía para hacer esa Obra que Él quiere, en realidad hay algo detrás de eso.

Los desafíos siempre nos ponen en situaciones en las que no tenemos experiencia, no sabemos lidiar con aquello, y tenemos que aprender con aquel desafío.

Esto si decide encarar el desafío, porque también puede decidir huir. Si huye, no va a ganar, y continuará teniendo las mismas dificultades de siempre.

En la Obra de Dios somos llevados a esas situaciones, a veces, en otros países, otros idiomas, otras responsabilidades, y esto choca mucho con nuestro orgullo. ¿Sabe cuando tiene que aprender delante de otras personas? Eso toca en el orgullo de la persona, pero ahí viene el pensar, cuál es su objetivo.

En mi caso, delante de los desafíos, siempre tenía un objetivo, que era agradar a Dios. Entonces, cualquier situación en la que sentía miedo, vergüenza, timidez, aquel pensamiento de que está muy difícil… Ah, ¿sabe qué hacía? Yo pisaba, tenía que pisar en aquello, tenía que pisar mi propio orgullo.

Porque tengo una fe, y esa fe demanda de mi respuesta. Tengo que dar respuesta para Dios de esa fe. Es en este sentido que tuve esa noción de lo que el Espíritu Santo me dio.

El Espíritu Santo me enseño y me enseña todas las cosas, pero ¿cómo Él me va a enseñar si yo huyo? No estoy sola, Él está conmigo, y me va a enseñar todas las cosas.

Realmente aprendí muchas cosas, tanto simples como más complicadas. Aprendí porque el Espíritu Santo me guió, por eso el Señor Jesús siempre dice que:

“Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.” Juan 4:38

Si… va a tener que aprender a lidiar con las dificultades, con las cosas que no fueron resueltas. Y en varias situaciones ese desafío no viene preparado, con todo en orden, el desafío viene justamente en algo que usted tiene que organizar, superar las dificultades que tiene en aquella responsabilidad.

Y así fue mi responsabilidad con mi Dios. Si tengo una fe, tengo un Dios. Si tengo un Dios, tengo un resultado de mi creencia en Él o no. Pero como yo creo en Él, voy a usar esa creencia para superar mis propias dificultades.

Y gracias a Dios por eso, porque Dios hace las cosas perfectas, porque a medida que Él nos envía a esos desafíos, usamos la fe, y conocemos más de Él, esto es porque nos refugiamos en Él, le pedimos a Él, tenemos que incluirlo en nuestra vida, no podemos quedarnos solos.

Como de costumbre usted hace sus elecciones, tiene sus opiniones, su seguridad…, pero con los desafíos, necesita especialmente la seguridad del Propio Dios, y eso viene con la fe, con la obediencia, con la prioridad de servir a Dios.

Usted que sirve a Dios, que dice que es bautizado con el Espíritu Santo, lo dice, pero ¿y los hechos? ¿qué trae resultado de esa fe en ese Dios?

Porque yo sé que puedo llegar a hablar con Dios en cualquier momento, pero también sé que cuando vuelvo para hablar con Él, traigo los resultados de lo que acaté, de lo que obedecí de las orientaciones que Él me dio.

Siempre estoy pidiendo ayuda a Dios, pero si Él me orienta y hago otra cosa, si soy cobarde, si tengo miedo, entonces no creo, y eso muestra que estoy hablando con Él, pero en realidad no cuento con Él, no uso la fe, no creo en Él. ¡Y es esto lo que tiene que observar en si!

La fe es algo vivo, no es una religión que tiene como costumbre. ¡La de se descubre! Yo descubro cosas con la fe, y ese poder el Espíritu de Dios representa la fe.

Cuando la personas vive del miedo, en la duda, eso cuestiona el Espíritu Santo que ella dice tener. Yo, en realidad, me cuestiono: ¿realmente es bautizada con el Espíritu Santo?

La personas puede decir lo que quiera, pero las pruebas es lo que relatan quién es ella delante de aquel que dice que recibió.