¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 3 : ¿Cómo actúa Dios con Su plan?

Dios tiene un plan, ¿y qué hace Él con Su plan? ¿Él vive solito con Sus planes? ¿Él hace todo solito?

Antes de Dios crear el mundo, ya tenía Su plan: hacer otros hijos. Pero para que esos hijos pudiesen existir, tendría que crear al hombre a Su imagen y semejanza.

Entonces, Dios creó a Adán y a Eva.

Pero ellos desobedecieron, y a lo largo de la historia hubo muchos problemas por causa de esa desobediencia a la orientaicón de Dios. Dios envió siervos, habló a través de Sus siervos, pero todos fallaron, fueron usados por Dios, pero en un determinado momento falaron, erraron, sin embargo, aún así, Dios usó a esos siervos.

Y ¿qué pasó con ese plan de Dios?

“Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. Este vino como testigo para testificar de la Luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. No era él la Luz, sino que vino para dar testimonio de la Luz.” Juan 1:6-8

Vamos a entender cómo actúa Dios. Dios no actúa solito. So observa, en toda la historia, desde que existió el hombre, Dios quiso la participación del hombre.

Y cuando Dios quiere la participación, Él da oportunidad para que el hombre participe de Su plan. Si usted es responsable de una sección en su trabajo, si es jefe de una empresa, dueño de esta empresa, necesita contar con las personas, ¿no es verdad? Y existen aquellas personas que están más cerca de usted, y aquellas que están más distantes.

El plan de Dios siempre fue relacionarse con el hombre y con la mujer. Pero ¿qué pasó? El hombre desobedeció y fue expulsado del jardín del Edén. Es decir, fue expulsado de tener aquella oportunidad en el jardín, un ambiente donde todas las tardes Dios venía y andaba con Adán.

Cuando él desobedeció, ya no tuvo esa oportunidad de andar con Dios. Aún así, a lo largo de la historia usted ve a Dios intentando siempre traer a alguien para que Le oiga y acate Sus órdenes.

Antes de que el Señor Jesús apareciese (Él ya existía en esa época de Juan el Bautista), Él empezó a preparar el camino a través de un siervo de Dios, un enviado de Dios. Fue Dios quién envió a Juan. Desde su nacimiento en el vientre de su madre, Dios ya había escogido a Juan.

Y Juan vino con un propósito, él vino para dar testimonio. Para que testificase de la Luz, ¿cómo? Él hablaría de Dios. Testificaría de esa Luz que da dirección, que da vida a la persona.

La persona no se queda desorientada, desmotivada, ¡no! ¡Ella tiene luz! Pero esa luz no es una luz humana, es una Luz divina. Que da el entendimiendo de lo que tiene que ser hecho, de la verdad y esa Luz trae vida.

Juan vino de parte de Dios para dar testimonio de esa Luz, para que todos creyesen por él. Juan, un ser humano normal, nacido de una mujer, con padre y madre, vino a preparar el camino para que Jesús apareciese, comenzase Su ministerio, pero Juan no era la luz, él testificaba de la Luz.

El siervo de Dios recibe la Luz que viene de Dios, es decir, la dirección. Él no es la luz. Nosotros empezamos a ser Luz.

Pero Juan apenas preparaba el camino para la venida del Señor Jesús, para que Él apareiese. Así como el siervo de Dios, habla de Dios, por ejemplo, estoy aquí hablando de Dios,preparando el camino para aquellos que no conocen a Jesús, sólo oyen hablar de Dios a la distancia, para que esa persona llegue a Dios, reciba a Dios.

¡Es muy interesante ver cómo Dios nos valora tanto! Él sabe que somos personas complicadas, que guardamos el pasado, los sucesos que nos provocaron dolor, decepción, muchas veces creemos más en las consecuencias de las cosas qe pasaran en nuestra vida como verdad, que la propuesta que Dios tiene para nosotros.

Quizá hay un siervo de Dios diciéndole que existe vida, y usted está tan apegado a lo que ya pasó en su vida que no da una nueva oportunidad, rechaza a los siervos que Dios ha enviado para que testifiquen de la Verdad, de la Luz, de aquello que va a darle dirección, que es Dios.

Ya tuve tantas situaciones en mi vida que pensaba que la verdad era aquel concepto mio, esa idea mia, lo que viví en el pasado. Por ejemplo, yo no tuve problemas en mi casa, en mi familia, siempre fui bien acogida, muy amada, protegida, cuidada, tuve ese abrigo dentro de mi casa, pero cuando empecé a ir a la escuela empecé a sufrir con cosas que no sabía sobre mi.

No sabía que había un “idioma” creado por mi misma, no lo sabía, porque mi hermana siemrpe me entendió, yo decía apenas las vocales de las palabras. Y mi hermana siempre fue muy comprensiva, porque vivía todo el tiempo conmigo, estábamos siempre juntitas, jugábamos juntas, y todo era maravilloso para nosotras. Había paz, una daba atención a la otra, ella es un año mayor, y yo me sentía muy acogida dentro de casa.

Pero cuando empecé a ir a la ecuela, aún en la guardería, yo era rechazada por las personas. Y en mi cabecita, no lo entendía y pensaba: “¿Por qué las personas me rechazan? Yo solo quiero ser aceptada… ¿por qué me tratan de esa forma?”

Y empecé a sufrir bullying, en esa época no había esa palabra, los niños, pobrecitos, sin maldad, veían que yo tenía un defecto y lo veína extraño,

nessa época nem tinha essa palavra, e as crianças coitadinhas, sem maldade, viam que eu tinha um defeito e achavam estranho, susurraban y me trataban como si fuese una persona diferente, con dificultades.

¡Y realmente empecé a tener dificultades! Porque no tenía amigas, no tenía a nadie… en fin, ¡yo recibía ese rechazo! Entonces, antes de ir a la escuela, no daba ningún problema en casa, pero cuando fui a la escuela, empecé a agobiar a mi hermana para que me diese más atención a mi que a mi hermana. Sin ella entender lo que estaba pasando, porque nunca dije lo que pasaba en la escuela.

Pero un día mi hermana vio que yo era diferente, que era anulada en la escuela, y en casa era muy espabilada, graciosa, lista, pero en la escuela es como si yo fuese otra Viviane, y me miraba y pensaba: “Dios mio, esa no es la Viviane que conozco dentro de casa.” Y con aquellas agresiones en la escuela fui agregando cosas dentro de mi que no tenía antes.

¿Y sabe cómo Dios trabaja? Él conoce su historia, sabe exactamente su dolor, como vivió, ¡cómo nadie lo sabe! ¡Él vio todo! Y Dios envía a Sus siervos con el fin de prepararle para que usted Lo reciba. Observe el cuidado de Dios, cómo Él entiende que en medio de tantas cosas que vivió, tiene el cuidado de preparar el camino para que Lo reciba.

Y ¡es tan lindo, tan maravilloso ese cuidado de Dios! Él tuvo ese cuidado conmigo. Empecé a entender cosas, a entender a Dios hablando conmigo, de forma particular, ningún ser humano me haría entender sobre mi vida, pero Dios me hizo entender. ¡Y también va a hacerlo con usted!

Apenas dese la oportunidad de creer en el siervo que Dios envió para testificar de esa Luz. Esa Luz que yo recibí, esa Verdad, esa vida que Él me ha dado, Él quiere pasársela a usted. Y Dios tiene mucha paciencia, mucho cuidado con usted.

¡Usted verá! Dios no es ansioso, Él no pelea con usted, Él va a hacer lo posible para entender aquello que necesita entender. ¡Ese es el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo!

¡Permita que Dios haga esa obra en su vida!

¡Mire para usted y para Quien es Dios!