¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 11: Cuando Jesús hace el milagro

¿QUIÉN ES DIOS? ¿QUIÉN ES USTED? – Episodio 11 : Cuando Jesús hace el milagro

¿Cómo Dios hace para que haya un acontecimiento así, para un milagro?

Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la boda. Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.” Juan 2:1-3

En la época, cuando había un matrimonio y faltaba vino era como si se mostrase que aquella familia no tenía condiciones financieras. Y ahora, Jesús estaba allí, en esa boda, donde faltó vino, y María dijo a Jesús: “no hay vino.” Y muchas veces eso pasa con nosotros, y decimo: “Mire, Dios, ¡falta esto!”, ¿no es así?

Es óptimo que comparta con Dios sus necesidades. Pero, a veces, no nos ponemos en nuestro lugar, pensamos que Dios tiene que intervenir, tiene que actuar, cuando falta algo, es decir, no puede faltar.

Era como si María dijese: “El Señor está aquí y no puede faltar el vino, no puede faltar lo principal de esta fiesta.”

Y Jesús le dijo: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto ? Todavía no ha llegado mi hora.” Juan 2:4

¡Nadie se imaginario esto! Pero esto muestra que el Señor Jesús respetaba a Su madre, pero Él la puso en su lugar.

Todos nosotros, a veces, actuamos como una persona que quiere las cosas a su manera. Y Dios no Se sujeta las cosas a nuestra manera, esa es la verdad. Él respeta cuando tenemos nuestras opiniones, deseos, elecciones, pero también debemos respetar Su voluntad, Su hora, Su manera.

Entonces, ¿qué pasó? ¿La madre de Jesús se sintió ofendida? ¿puso mala cara? Bueno, la Biblia no dice eso, ¿sabe lo que ella hizo?

Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que El os diga.” Juan 2:5

A veces, el Propio Dios no hace las cosas a su manera,  usted se molesta y desprecia a Dios. Cuando, en realidad, eso revela sobre usted. Si existe respeto, si se pone en su lugar.

Cuando aquella madre oyó a Jesús decir que no había llegado Su hora, ella dijo a los sirvientes: “haced todo lo que Él os diga”. Es decir, “Él va a decir lo que tiene que ser hecho. Y no me voy a preocupar más. Yo ya me puse en mi lugar. Y no voy a quedarme aquí preocupada”.

Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros.” Juan 2:6

Imagine en esas tinajas de piedra cabían de veinte a treinta galones de agua.

Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde.” Juan 2:7

Aquellos sirvientes obedecieron a lo que Jesús dijo. Y, a veces, muchos piensan que el milagro va a ser a su manera, tiene que ser algo obvio, pero el Señor Jesús pidió justamente agua en las tinajas.

Entonces les dijo: Sacad ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.

Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al novio, y le dijo: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno.”  Juan 2:8-10

Cuando obedecemos a Dios, Él no hace cualquier cosa, Él hace lo mejor. Nada será mejor que aquello que Él ha hecho. Él hace lo mejor, el mejor vino. Y muchas personas pierden el milagro de Dios, porque ellas no obedecen.

Si piensa en cómo el milagro sucede, tiene que ser humilde, no puede ser prepotente, no puede resistir, tiene que sujetarse a la voluntad de Dios. Y es esto lo que tiene que observar en su vida.

A veces, las cosas no han salido como le gustaría, porque quiere imponer su voluntad. Póngase en su lugar y obedezca.

Cuando aquellos sirvientes llenaron de agua las seis tinajas de piedra, llevaron la responsabilidad sobre su espalda, porque, ellos las llenaron y después las llevaron para que el maestresala probase el agua, al mandato del Señor Jesús, él probó aquella agua transformada en vino, llamó al novio y le dijo: “¿por qué dejó el mejor vino para para el final de la fiesta?”

Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El.” Juan 2:11 ¡Mire qué interesante! Jesús manifiesta Su poder, Sus maravillas, Sus señales, Su gloria, pero ¿qué debe pasar? Debemos obedecer. Y la obediencia requiere de nosotros humildad para que nos sujetemos a Dios y no a nuestra manera. ¡Piense sobre esto y use su fe!

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