¿Quién es Dios delante de seres humanos tan fallos?

¿Cómo Dios lidia con nuestras imperfecciones? ¿Con aquellos que Él llama para servirle, y que le fallan?

Dios llamó a Abraham para hacer de él una gran nación. Abraham obedeció al llamado de Dios, pero el tiempo fue pasando, y Sarai no le daba hijos.

Entonces, Sarai concluyó que la promesa no tenía que ver con ella, porque ya había pasado el tiempo de que ella pudiese generar hijos.

Y para no frustrarse con el tiempo, dio a su sierva egipcia para Abraham, para que generase un hijo para ella. Y así fue, a los 86 años de edad, Abraham tuvo su primer hijo con su sierva.

Pasaron años sin que Dios hablase con Abraham. Sólo después de 13 años Dios se aparece a Abraham.

Al principio parece que el silencio es un castigo a nuestros ojos, pero, en realidad, el silencio nos hace evaluar y observar nuestras decisiones, y también las consecuencias de aquello que hicimos mal.

Después de esos 13 años, después del nacimiento de Ismael, en su forma humilde se aparece a Abraham.

Con seguridad, Abraham y Sarai estaban quebrantados delante de aquellas consecuencias, desde que iniciaron una decisión según su propio concepto.

Dios aparece para hacer una alianza con Abraham, y esa alianza tenía que ver también con su amada esposa.

“ Entonces Dios dijo a Abraham: A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que Sara será su nombre.” Génesis 17:15

Es decir, la Obra que Dios quiso hacer no empieza de fuera hacia dentro, sino de dentro para fuera.

Dios no quiere algo superficial entre usted y Él.

Dios quiere que usted entienda su necesidad de Él, y no hay otra manea de ver esto sino es por medio de innumerables fracasos y elecciones erradas.

Dios cambió el nombre de Sarai porque ahora ella había entendido que la manera de ella no era la correcta.

Y lo más lindo es que, si usted piensa, nosotros ponemos un nombre cuando algo nos pertenece, ¿no es así? Dios estaba diciéndola: “Usted me pertenece. ¡Por eso ahora cambio su nombre!”

Dios dará un nuevo nombre para cada uno de nosotros, cuando lleguemos al Reino de los Cielos.