Plantar la fe

Hoy llegamos a nuestro último artículo sobre: «Como Educar/criar hijos para Dios en la práctica». en nuestro trípode base, ya hablamos sobre la justicia, sobre la misericordia y ahora llegó la vez de la Fe.

La palabra de Dios nos enseña que:

» Les aseguro que si tuvieran fe, aunque sólo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, le dirían a este cerro: “Quítate de aquí y vete a otro lugar”, y el cerro se quitaría. Nada les sería imposible.» (Mateo 17:20)

¿Usted ya vio un grano de mostaza? El es minúsculo, tan pequeño que, cuando lo vi por primera vez, no pensé que mi fe pudiera ser menor que el.

Pues bien, si a lo largo de nuestros días conseguimos construir en nuestros hijos una base de Fe del tamaño de este puntito negro llamado «grano de mostaza», ellos harán milagros ¡hasta entonces jamás vistos! ¿Ya pensó?

No obstante, si la fe de ellos no fuese «de este tamaño» pero capaz de hacer con que ellos «crean en lo que aun no vieron» serán grades vencedores.

En fin, la fe no es un sentimiento, pero si una certeza, algo tan pequeño, simple y al mismo tiempo tan fuerte y poderoso.

En la práctica, no hay otra forma de enseñar la Fe si no, practicando la, o sea, usted como madre debe aprovechar las oportunidades en la vida de su hijo, y en el momento de necesidad enseñarlo a usar la fe de él, orando, creyendo que Dios le responderá y fortaleciéndolo, hasta que se cumpla lo deseado. Di un ejemplo de como enseñé a mi hijo en el post «Yo no voy a perdonar», donde oramos, permanecemos orando y creyendo que Dios cambiará aquella situación. Cuando Dios le respondió, bastó para que él aprendiese el camino. De la misma manera cuando Gabi estaba enfermo y orábamos, ungíamos y le decíamos mirando en sus ojos: «¡Tú no tienes nada más, estás curado!» Y en el acto actuábamos normalmente con él. Día a día vivimos así, y Gabi fue curado, aprendió tan bien que siempre que siente dolor, la primera cosa que hace es pedir una oración, y una vez que necesité darle un medicamento, dijo: «¡No madre, no necesito tomarlo, vamos a orar y ya!» En todo momento podemos enseñar a nuestros hijos a vivir la Fe, usando problemas del día a día, tanto en nuestras vidas como en la vida de ellos, pero para eso… ¡Yo tengo que vivir esta fe!

Querida amiga y madre, la definición de fe es:

«La fe es la certeza de cosas que se esperan, la convicción de hechos que no se ven» Hebreos 11:1

Si usted tiene esta fe, entonces vamos a comenzar creyendo que su hijo servirá a Dios, que será justo y misericordioso, aun que él este muy distante de eso, en el mundo o aunque sea muy pequeño. Use su «grano de mostaza», plante, riegue, fortalezca para que no se tuerza, y siempre que lo mire ¡vea lo sirviendo! Un día contaremos nuestro testimonio y nuestros hijos se encontrarán en el altar o en la nubes.

¡En la fe!