¿Para quién comes?

Viviane Freitas

  • 20
  • Mar
  • 2013

¿Para quién comes?

  • 20
  • Mar
  • 2013

Yo pasé mucho tiempo alimentándome para tener el “maniquí” ideal; aquel que las pasarelas dictan.
Quería tener el peso que todas mis amigas tenían; comparábamos siempre nuestras medidas, comíamos muy mal, nos matábamos en el gimnasio y siempre nos quedábamos frustradas, porque pasábamos hambre y perdíamos gramos… ¡Era una guerra cruel! Además, ya no teníamos casi nada que perder.

Y yo pregunto, ¿para qué esto? ¿Para agradar a Dios? ¡Claro que no! Yo vivía centrada en la balanza, con mi fe dividida. ¿Cómo podía oír la voz de Dios así? ¿Cómo podría alcanzar algún resultado?

Cuanta ilusión…

Normalmente comemos, para satisfacer nuestras necesidades básicas, pero hay quien come por el placer de comer, los que comen con los ojos, por lo tanto, comen más de lo que cabe en la barriga… Sin hablar en los que descargan sus frustraciones en la comida, y así sucesivamente.

Es muy importante entender cómo, y por qué comemos, ahí puede estar la razón de los problemas con los punteros de la balanza, ya sea hacia arriba o hacia abajo.

Hubo un día en que una palabra me despertó de esa paranoia, hasta que finalmente, me desperté, razoné, y empecé a usar la fe inteligente. Y eso incluía hasta lo que yo comía.

«Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” (I Corintios 10:31)

Observa, si existe la Organización Mundial de la Salud (OMS), con normas de medidas de peso y un porcentaje de grasa padrón para cada individuo, según altura y edad – desde el nacimiento – ¿desde cuándo nosotros estamos aptos a alterar algo que ya está probado y comprobado hace tanto tiempo y por quien entiende?

Obviamente, ¡solo puede ir mal!

Hoy yo como normalmente; no me privo de nada, porque me cuido para glorificar a Dios, para tener salud, para poder servirlo más y mejor. Estoy siendo acompañada por un nutricionista, porque no quiero hacer nada mal y, como vosotras podéis comprobar, aquí en el Blog, esta siendo bueno y va a continuar siendo, ¡porque mi objetivo cambió!

Amiga, aprovecha este ayuno de Daniel para cambiar tu objetivo. Pon el Espíritu Santo en primer lugar en tu vida y tendrás dominio para alimentarte saludablemente y no solo eso, ¡podrás glorificar a Dios en todos los sentidos de tu vida!

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1 comentário

  1. Yo creo que uno alimentándose con comidas saludables, nunca va a sufrir con el tema del peso, ni con enfermedades causadas por la mala alimentación, sino que va a tener una vida saludable.

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