¡Obreras con hábitos religiosos!

Viviane Freitas

  • 18
  • Jul
  • 2013

¡Obreras con hábitos religiosos!

  • 18
  • Jul
  • 2013

Estos días, analizaba algo muy común entre las obreras, y que me hizo pensar mucho…

Estaba sentada en el primer banco, enfrente del altar, meditando en relación a lo que Dios espera de mi, en el lugar en el que estoy actualmente.

Cuando miro, y veo un grupo de obreras y obreros, en círculo, de manos dadas, orando por el pueblo. Dentro de mi, se encendió una indignación tan grande, no por lo que estaban haciendo, ¡sino por la ceguera espiritual!

Pero son muchos los que actúan así. Se limitan a simplemente orar, pensando que la oración, por si sola, hace lo que la propia persona tiene que hacer.

¡Esto es tan serio! E infelizmente es uno de los peores problemas camuflados, y que existe en medio de las obreras. Después vienen las grandes cuestiones: “Pero ¿por qué mi trabajo no da fruto? Yo oro, pero no ocurre nada”

La razón está ahí: Tú solo oras, haces lo que es más fácil y lo que no exiges de ti desafío, actitud, autoridad.

Vamos a pensar juntas:

¿Jesús oraba por las personas dando las manos a los discípulos? ¿Él se limitaba apenas a la oración? ¿O iba en medio del pueblo, con el fin de suplir sus necesidades?

No vamos a vivir en el engaño, queridas obreras, ni de religiosidad, porque muchas veces, esas oraciones que apenas tienen como base la costumbre y la tradición, ¡no pasan del techo!

Y ¿por qué?

Porque Dios esperaba que tú vayas en medio del pueblo, que oigas, atiendas, analices cada problema y que lo resuelvas con la autoridad que te fue otorgada. Sólo que, en realidad, no es eso lo que ocurre… La gran mayoría se esconde detrás de una oración, pensando que ya hizo su parte, cuando en realidad, no está dando de gracia lo que de gracia recibió.

Obrera, quítate esa capa religiosa de oración y avanza en dirección del pueblo. Honra el uniforme que has vestido y deshaz las obras del diablo. Habla con las personas que llegan a la Iglesia con sus vidas despedazadas, pero habla con osadía, ¡con vida! No seas superficial en tu atendimiento, diciendo apenas: “Dios va a bendecir, haz la cadena de oración”, porque eso no resuelve nada; eso es un atendimiento débil y sin pasión. Tú tienes que ir al fondo, a la raíz del problema. Observa que Jesús no trataba las heridas superficialmente, ¡Él las arrancaba por la raíz!

¿Quieres saber cuál es la mayor y más eficaz oración? Es el atendimiento; ¡es ir al campo de batalla!

Tal vez este artículo sea muy directo, pero es para abrir tus ojos espirituales.

Haz tu comentario sobre el asunto y dime si has entendido el espíritu del mensaje. Espero.

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13 comentários

  1. Holaaaa!!! Sra soy de Uruguay tengo 30 años y casi 14 de obrera y la verdad ha sido la mejor elección e inversión de mi vida! Y lo que usted dice aquí es muy cierto. En todos éstos años he recibido muchas palabras y todas muy buenas, pero aún tengo guardada aquella que escuché cuando recién llegué a la Iglesia «Conoceréis la verdad y ella os hará libres». Me marcó y marcó mi trabajo en la obra. A veces peco de ser la que habla y conoce a todo el pueblo, pero a cada día que compró la batalla de una persona, mas grande o mas joven que yo y la ayudo en su llegada al Señor Jesus; es cuando le encuentro un verdadero significado a servir a Dios. Y es en este momento que toda mi juventud sacrificada para Dios cobra sentido. Gracias por sus palabras, me gustaría que muy pronto pudiera visitar nuestro país para realizar una reunión. El domingo usted estuvo acá con motivo de la tan esperada viaita del Sr obispo y la verdad que fue una gran bendición. Sólo que me.hubiera gustado saludarla, usted no se imagina lo bien que hacen sus palabras y cuanto nos fortalecen. Muchas bendiciones para su familia y su ministerio!

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