Obrera y el atendimiento

Viviane Freitas

  • 30
  • Ene
  • 2014

Obrera y el atendimiento

  • 30
  • Ene
  • 2014

Hoy vengo a alertar sobre la forma de cómo realizar un atendimiento

Hemos observado que muchas atienden de forma mecánica, creyendo que están siendo simpáticas y agradables. ¡Pero es un engaño!

También hablo por mí, asumo que ya me he acostumbrado a orientar a algunas personas de manera blanda y repetitiva, con las mismas palabras de siempre: “Permanezca firme… ¡Dios te va a honrar! ¡Todo es posible! Haga su parte que Dios hará la de Él, y bla, bla, bla.”

En realidad, ese es un atendimiento sin dirección, sin fuerza, sin garra, de manera que despierte a aquella vida y la haga cambiar de actitud. Eso sólo demuestra que no hay un objetivo.

Ese es el plato más apetitoso para el diablo, que se frota las manos de satisfacción, pues muchos van tambaleándose dentro de las iglesias porque no revolucionan sus vidas y, lo peor, es que los siervos de Dios no están atentos a eso y no parten al campo de batalla.

En el artículo pasado, fue mencionado sobre la necesidad de hacer la Obra de Dios con estrategia, con metas, y en lo que se refiere al atendimiento, ¡no es diferente!

Acuérdate, mi querida Obrera, que fuiste llamada para preparar un pueblo fuerte para tu Dios. ¡Fuiste salva para salvar! Mira minuciosamente tu atendimiento. Pregúntate a ti misma si hay resultados en la vida de aquellos que has orientado.

En el atendimiento tiene que existir entrega y profundidad. Observa como Jesús trataba las heridas: Él iba al fondo de la cuestión, a la raíz del problema. No iba con rodeos y con palabritas tranquilas, al contrario, Él era directo y sobre todo verdadero.

Sin embargo, es importante dejar claro que es necesario que haya un punto de equilibrio, ya que ser frontal, no es ser brutal, es decir bruta y grosera con las personas.

¡Vamos a causar un desastre en el infierno! Y una de las mejores maneras es invertir en tu atendimiento. Sin embargo, no te olvides que, para eso, necesitas tener tu relación con Dios al día.

Te dejo algunos consejos, que, por experiencia propia, te serán útiles:

OÍR: Sepa oír, es uno de los puntos principales para saber aconsejar. No te quedes en la “superficie” del problema, busca la raíz, para no dejar secuelas;

DEDICA TIEMPO DE CALIDAD: Si no estás dispuesta a oír, invirtiendo tiempo, no estarás apta para orientar. Una orientación puede hacer mucha diferencia en la vida de alguien, pero eso no ocurre de forma apresurada y negligente.

SER FRONTAL: Tal vez no haya otra oportunidad para ayudar a aquella persona, diciéndole la verdad, para que sea libre.

¿Qué tienes que decir? ¿Ya te habías parado a pensar sobre este asunto?

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4 comentários

  1. Muchas gracias Sra

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  2. Es muy cierto lo que ud esta diciendo ,muchas veces nos olvidamos para que fuimos llamadas,y cual es nuestro proposito.Hablar la verdad muchas veces duele,mas es mejor decirla que despues lamentarse por no ayudar correctamente,Esto me ayudo hasta a misma.Muchas gracias

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  3. Muy fuerte Sra,la verdad que este post me sirvio..ya que de ahora en adelante lo voy a poner en practica.muchas gracias y Dios la bendiga.

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  4. SRA muy interesante este post y real, voy hacer mas cuidadosa al momento de orientar, para que mas almas sean salvas para JESUS.. muchas gracias DIOS la bendiga y la use mucho mas..

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