Obrera : ¡Un aviso!

Sé que estáis esperando más asuntos que enriquezcan vuestra vida espiritual, y eso es de extrema importancia, cuando valoras ese sentido.

El artículo de hoy es un aviso que os quiero dejar, de manera que no permitáis que pensamientos y habladurías como las que voy a mencionar, tengan libertad en vuestra vida, cuando es así, vuestro interior se va pudriendo de manera silenciosa, sin que nadie se de cuenta. Ni siquiera tu percibes la gravedad de tu estado, cuando te comportas de esta manera.

La semana pasada conversaba con una amiga sobre los artículos de los jueves, me decía que ha pasado para las obreras los temas que siempre tratamos aquí, en el blog de Viviane Freitas. Temas que son pensados con el objetivo de despertar en cada una, un temor, un cuidado mayor, en primer lugar en su vida espiritual, y después en la obra de Dios.

La verdad he recibido muchos comentarios, que revelan lo importante que son estos artículos, y no solo han llevado a despertar hasta el punto de cambiar la postura, sino también en el comportamiento de muchas en el ámbito espiritual, haciéndolas ser más sensibles a la Voz de Dios. Por otro lado, en esa conversación que tuve, llegó a mi conocimiento de que hay quien dice que cuando lee los asuntos que mencionamos para las obreras, no se sienten muy bien, porque las palabras que son abordadas, son muy duras, y que son en un tono acusatorio. Llegaron a afirmar que parece que quien lo escribe es dueña de la verdad, y que, por ese motivo, prefiere no leerlos, se siente como si estuviese siendo juzgada.

Amigas, en primer lugar me gustaría hablar dirigiéndome a quien tiene ese pensamiento, que todo lo que escribo es lo que ya viví, o lo que estoy viviendo. Muchos de los temas que les traigo aquí, son situaciones que pasé, y que fueron muy perjudiciales en mi vida espiritual, pero hoy con mis ojos espirituales abiertos (todavía tengo mucho por aprender), puedo ayudarlas a que no sigan el camino de la acomodación espiritual, donde se piensa que ya no hay nada más que aprender; que ya no hay nada más que descubrir sobre si misma, donde solo hay preocupación en «HACER», ahogando así el trabajo más precioso que existe, que es invertir en su interior. ¡Si! Ya fui muy ciega y resistente en ese sentido, y entiendo perfectamente a quien piensa de esa forma. Realmente, es muy doloroso cuando tocan en nuestra «herida»; se involucran demasiado con nuestro sentimientos. A nadie le gusta oír palabras que revelan nuestra realidad, pero son estas las que nos liberan, cuando las aceptamos con humildad.

Para terminar, solo quiero decir que todas vosotras sois muy preciosas para Dios y también para mi. Y es por eso que siempre escribo para pensar en cada pormenor, con el fin de cuidar de lo más importante, que es tu relación con Dios.

Os invito a leer, nuevamente, todos los post para las obreras.