Obrera Resistente…

Voy a contaros algo que no me sorprendió, pero que creo que será un “abrir de ojos” para vosotras. Es sobre el artículo de la semana pasada.

Recibí algunos comentarios que revelaron insatisfacción profunda con lo que escribí, sobre la mayor y más eficaz oración, que es, sin duda, el atendimiento; ir para el terreno. ¿Te acuerdas?

Esos comentarios duros, me hicieron pensar en algo muy serio, que es el hecho de que la obrera no permite verse, mirar para dentro de sí y, lo peor de todo, no estar abierta a los cambios.

Lo que significa que si, llamas a la razón, no para analizarte, pensar y evaluarte, realmente, ¿ese es tu estado?

¿Es una fe inteligente? ¡Está claro que no! Por lo contrario, eso sólo muestra resistencia, el querer hacer todo a tu manera. Es vivir siempre de la misma forma.

Creas una armadura resistente, poderosa, y casi intraspasable, pero esa armadura, no es la que te protege del día malo, sino aquella que no permite que nada nuevo entre en tu vida.

Tu mente está cauterizada, haces siempre las mismas cosas, no aceptas que algo sea cambiado, y en el fondo, es para tu propio bien. Pero porque estás tan metida en tu “mundito”, no consigues ver el lado espiritual de la advertencia.

El pastor no puede cambiar algo dentro de la iglesia, o incluso cambiar la responsabilidad que le fue dada, porque se crea dueño de lo que posee.

Tristemente hablo a respecto de esta realidad, que es patente en el cuerpo de obreras.

Con el pasar de los años, muchas han creado en su interior esa oposición, que no es visible a los ojos de quien las rodea, y ni ellas mismas consiguen detectar esa casta en su interior. Por eso es que cuando alguien la llama la atención, o habla de algo que la hace salir de su zona de comodidad, después “escupe su veneno”, que son las tales palabras: “Ah, no es así, Ah, pero es mejor así, Ah, pero yo siempre hice así, Ah pero así no es como aprendí, Ah, pero yo no soy así…”

Ese “veneno” es mortífero, no para quien oye, sino para la propia persona.

Dejo aquí esta alerta, para que cuides sobretodo de tu salvación, de tu interior, y que seas una obrera flexible y sensible a la voz de Dios. ¡Que quede bien claro que nuestro interés es que evoluciones cada día tu fe y que te conviertas en un referencial!

Haz tu comentario y dime si tienes “oídos” para entender lo que fue transmitido.

«¡Cuidado! No rechacen a aquel que habla. Si los que rehúsan a oír a aquel que los advertía en la tierra no escaparán, ¿cuanto más nosotros, si nos desviamos de aquel que nos advierte de los cielos?» (Hb.12:25)