¡Obrera que no se niega!

Esta semana, al indagar en la historia de Abraham, vi algo tan profundo y tan claro al mismo tiempo.. Creo haber dado con la respuesta para varias cuestiones que muchas veces cercan nuestros pensamientos. Por eso me gustaría compartir con vosotras lo que Dios me mostró, y tengo la más absoluta certeza que va a abrir vuestros ojos y responder a vuestras preguntas.

Observemos juntas lo que Dios dijo a Abraham.

«Y le dijo: Yo soy el Señor que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra para que la poseas. Y él le dijo: Oh Señor Dios, ¿cómo puedo saber que la poseeré? El le respondió: Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.

(Génesis 15.7-9)

Hoy, Dios habla de la misma forma con nosotros. Él no cambió… es el mismo. Y dice igualmente a aquellos que Lo sirven, las mismas palabras de coraje y sobre todo sus promesas permanecen vigentes.

Bueno, tal vez se pregunte en este instante: Pero, ¿de qué forma está relacionada esta palabra conmigo, que soy obrera?

Estoy segura que no son pocas las veces, que se depara con algo nuevo que surge en su vida, como por ejemplo: Una situación que le desafía, una nueva responsabilidad, o incluso se depara delante de un momento difícil, donde no logra ver las Promesas de Dios, sólo ve sus limitaciones, y es cuando la misma pregunta que Abraham hizo a Dios se desencadena en su pensamiento: “Oh Señor Dios, ¿cómo puedo saber que la poseeré?”

En otras palabras, y en nuestra lenguaje de los días actuales: ¿Cómo saber que Dios es conmigo? ¿Cómo tener la certeza que voy a salir bien de esa situación que está ante mis ojos? ¿Cómo esto, como aquello?

Y por ahí van los interrogantes…Vea claramente lo que Dios pidió a Abraham y que también nos pide a cada una de nosotros: Él le pidió 5 animales. Y fue precisamente ese número que me llamó la atención, pues son 5 nuestros sentidos. Dios reveló a Abraham el camino del éxito en todos los aspectos: El Sacrificio de su “yo”. Ahí está la respuesta para tantas preguntas: ¡Sacrificio de los 5 sentidos para vivir por el 6º sentido, la Fe!

Cuando hay esa entrega completa y total, entonces es imposible que no exista dirección e inspiración para aquel que pretende ser un instrumento en las manos del Dios Único.

¿Qué tiene para decir sobre este artículo de hoy? ¿Qué quedó claro para usted?