Obrera que llora…..

Viviane Freitas

  • 1
  • May
  • 2014

Obrera que llora…..

  • 1
  • May
  • 2014

La semana pasada ya hablé sobre una bienaventuranza, y hoy no va a ser diferente, Dios me mostró que ese debe ser el asunto que tenía abordar en los próximos post de las obreras.

Podrá entenderse como «una serie» de bienaventuranzas.

Sé que muchas de vosotras habéis aprendido, y que siempre, estáis dispuestas a cambiar…. sobretodo el interior, a través de los artículos que os traemos todos los jueves. Es tan bueno cuando tenemos disposición para aprender, como acontecía en el tiempo en que Jesús enseñaba a Sus discípulos. Y puedes ver que el Señor Jesús no perdía ninguna oportunidad para enseñar, y revelar la voluntad de Dios para sus hijos.

Sería muy importante que cada una, que leyese este artículo, lo viese de esta forma, como una enseñanza, para que sea un instrumento, que viene del propio Dios, con el fin de formar vuestro carácter, para que seas un instrumento vivo y un referencial. Las bienaventuranzas son verdaderas enseñanzas que nos revelan la felicidad real, que no es pasajera, y que no se manifiesta en forma circunstancial, y que viene de adentro hacia afuera. En el artículo pasado hablamos sobre los humildes de espíritu y nos dejó una visión mucho mas profunda de la que teníamos en mente. ¿y por qué? Porque es algo interno, que nadie ve, pero que es necesario para agradar a Dios.

La otra bienaventuranza es sobre los que lloran y serán consolados. ¿pero que lloro es ese; que consuelo es ese?

La realidad, no se trata de un lloro sentimental, o porque, eventualmente, estés enfrentando un problema extremo en tu vida. ¡No! No es de ese lloro que viene por querer ver la solución de los dilemas. Por que si fuese así, entonces, nuestro lloro – y cuantas veces ya has llorado tanto, sin parar, (y hablo por mi) – y en realidad no resolvió nada. Por lo contrario, nos ponemos mas emotivas y sensibles con nuestro estado de «pobrecitas». Y lo peor de todo, es que no hay consuelo, y cuando existe, no es duradero….¡por qué no hay desapego y arrepentimiento!

Ese lloro, va mucho mas allá, es un lloro de entrega a Dios, en ser más para Él. Es un lloro que viene de adentro de tu alma, para ser mas justa para Dios. ¿Viste el lloro de María Magdalena? Si…. Lloro de arrepentimiento, de dolor por su estado. Ese lloro produce consuelo, por que es justo y sin interés propio.

Es mucho más profundo amigas. Debemos estar atentas para detectar qué tipo de llanto hemos presentado a Dios.

¿Y vosotras, amigas? ¿qué me decís de esta serie de bienaventuranzas? ¿Y sobre el artículo de hoy?

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2 comentários

  1. Es muy fuerte señora, nosotras por ser mujeres que nacimos con ese sentimiento, cuando nacemos de Dios, actuamos por la razón y no el sentimiento, el presentarle a Dios llanto es como dijo usted señora una llanto de adoración y de querer ser mas agradable a los ojos de Dios, no buscando alguna respuesta a cambio… y es el error de muchas mujeres… Gracias a este mensaje tomará como tarea a no actuar por el sentimiento y si la razón que viene de Dios

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  2. Es verdad cuando nuestro lloro es por arrepentimiento, en saber que hemos actuado mal y lo confesamos a Él, el trae una paz u alivio al alma, tanto que nos da la certeza de que todo estará bien.

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